El PP se queda sólo en el intento por cambiar la ley para que el alcalde salga de la lista más votada
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El PP se quedó sólo este martes en la defensa de una reforma de la ley electoral para establecer que las alcaldía sea ocupada por un candidato de la lista que obtengan más votos en las elecciones municipales.
La diputada del Partido Popular y exalcaldesa de Huesca Ana Isabel Alós fue la encargada de defender esta proposición de ley en el Pleno del Congreso, con la que quieren implantar que “la última palabra sobre quién es su alcalde la deben tener los votantes, los partidos no deberían nunca suplantar a los ciudadanos”.
Destacó que “las minorías pueden matizar un escenario electoral, pero en ningún caso sustituir o enmendar la voluntad de los ciudadanos” y que, por tanto, “los equilibrios se tienen que resolver en las urnas, no en los pasillos. Los partidos bisagras esconden a menudo el secuestro de la voluntad popular", afirmó.
En la propuesta de ley de reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, para la modificación de las disposiciones relativas a las elecciones municipales, el PP propone que se otorgue la mayoría absoluta a la lista que gane las elecciones municipales con un respaldo del 35% de los votos válidos y una ventaja de cinco puntos sobre el segundo partido, o incluso con un 30% de los votos si además saca diez puntos de diferencia al siguiente.
La exalcaldesa de Huesca, que contó su experiencia de que pese a ganar las últimas municipales no gobierna por un pacto de las demás formaciones, remarcó que el alcalde debe ser “el que decidan los ciudadanos, no el que decidamos los partidos”.
“El alcalde de una ciudad o pueblo debe ser el que ha sido elegido como preferido por los vecinos" despues de que se han dado casos de que "el elegido no es ni el más votado”, añadió. En aras de un acuerdo con las demás formaciones, Alós insistió en que ésta es una “propuesta abierta” y sólo un “punto de partida para la discusión” y aludió a que recogen en su texto, incluso, el sistema de “segunda vuelta” que defiende el PSOE. Alós defendió que “no es reforma partidista”, ya que “beneficia a todos los candidatos que sean queridos por sus vecinos”.
OPORTUNISMO Y RENCOROSA
Sin embargo, desde la oposición se le criticó el espíritu del PP con esta reforma tras el resultado “nefasto” que sufrió en los comicios de 2015. La diputada del PSOE Susana Sumelzo afirmó que, por esa historia, “la derecha tiene un problema con las próximas elecciones” y con esta medida “no busca resolver problemas de gobernabilidad” porque “allí donde no gobiernan es porque no lo quieren los ciudadanos” y no por problemas del sistema.
Además, Sumelzo criticó que el PP quiere cambiar “unilateralmente” las reglas del juego a pocos meses de la cita de los comicios municipales, y les recriminó que tienen “problemas internos” pero están “culpando al sistema electoral”.
Desde Unidos Podemos, la diputada Alicia Ramos defendió que con la medida el PP “se retrata como un partido centralista” y al que “le gusta muy poco la democracia” y no es más que una “proposición de pataleta” y “rencorosa de quien ha perdido el poder”. “No saben estar en la oposición” porque se creen que las instituciones, dijo, les pertenecen al PP. Además, Ramos indicó que la proposición muestra la cara “más antidemocrática y rencorosa” del PP.
El diputado de Ciudadanos y vicepresidente del Congreso, Ignacio Prendes, manifestó que “no” pueden “apoyar esta iniciativa” pero “sí” emplazó a PP y al PSOE, como “principales beneficiarios de la ley electoral”, a impulsar cambios para hacer una reforma “justa, igualitaria y modernizadora” de nuestro sistema electoral.
Prendes vio “llamativo” que el PP quiere esta reforma ante el “nulo interés” que presenta por el cambio en la ley electoral y al que se muestra tan “reacio” y ahora busca un “atajo” ante los próximos comicios locales. “No rechazamos la elección directa de alcaldes”, expresó, pero “no tiene nada que ver”, aclaró, con lo propuesto por el PP”.
De manera irónica, el portavoz de ERC, Joan Tardà, agradeció la “sinceridad y claridad” de la propuesta “oportunista” del PP para “recuperar” las Alcaldías perdidas y porque, además, “adolece de calidad democrática”.
Criticó la falta coherencia por presentar esta medida y criticar los pactos cuando han facilitado que prosperara una moción de censura en Badalona (Barcelona) y la Alcaldía la ostente ahora un dirigente del PSC cuando tiene sólo 3 concejales de 27.
Desde el PNV, Mikel Legarda expuso su contrariedad a esta iniciativa porque “la solución cuando no se tiene mayoría absoluta no es cambiar el sistema”. Lanzó la pregunta al PP de por qué piensan que son “malos” los pactos y criticó que la medida del PP “encubre una proposición electoralista que solo pretende sesgar el sistema a favor de quien la propone”.
“No nos parece una buena propuesta”, dijo el diputado del PDECat Jordi Xuclà, quién defendió que “no es el momento” de hacer esta reforma que copia un modelo que sólo se emplea en pueblos pequeños de Grecia. El diputado catalán defendió su voto negativo a esta iniciativa exponiendo que “o elección directa en urna separada o respecto en principio de proporcionalidad”.
Enric Bataller, de Compromís, criticó que con este “atajo” de iniciativa el PP quiere soslayar el “principios fundamentales de la Constitución” sólo para “solucionar sus problema”, después de los resultados de los populares en las últimas elecciones municipales.
El PP sólo logró el voto favorable del diputado de UPN Carlos Salvador que apoyó este nuevo modelo con el que se modificaría la ley electoral.
(SERVIMEDIA)
16 Oct 2018
MML/gja