Éstas son algunas propuestas llevadas por Navarro a la Comisión sobre Seguridad Vial y Movilidad Sostenible de la Cámara Baja, donde compareció a petición del PP para explicar las líneas generales y las prioridades del Gobierno en esta materia.

Navarro destacó que “la seguridad vial es una política de Estado, no de derechas o de izquierdas”, por lo que tendió la mano a los diputados para “sumar y construir buscando soluciones”, teniendo en cuenta que “con cuatro años aumentando los accidentes y las víctimas mortales no hay espacio para la autocomplacencia”.

Para ello, indicó que se necesita “abrir el debate” a los ciudadanos sobre “el drama de los accidentes de tráfico”, “tomar medidas” y “movilizar a la sociedad civil”, que en España es “activa” y “comprometida”, al tiempo que indicó que la política de seguridad vial es “un binomio” entre educación, formación y concienciación más vigilancia y control.

En relación a las medidas, Navarro destacó que el 77% de los fallecidos en carretera el año pasado en España lo fueron por tener un accidente en vías convencionales (es decir, las que no están desdobladas y tienen un carril por sentido), ante lo cual propuso reducir el límite de velocidad.

Concretamente, el límite es ahora de 100 km/h para las carreteras convencionales con un ancho de arcen de al menos 1,5 metros y de 90 km/h para los que tienen un arcén más estrecho. Navarro propuso que el límite sea 90 km/h para todos estos casos, lo que afectaría a unos 7.000 kilómetros de vías, esto es, menos de un 5% de la red estatal de carreteras. “Poder igualar a 90 sería enviar un mensaje de atención con la velocidad”, añadió, antes de admitir que “no es fácil”, pese a recalcar que Francia lo rebajó a 80 km/h el pasado mes de julio.

CARNÉ POR PUNTOS

Además, Navarro adelantó que llevará al Parlamento una reforma legal que afectará al permiso por puntos, para lo cual pidió la complicidad de los diputados después de que el sistema actual se pusiera en marcha hace 12 años.

En este sentido, la actualización será aumentar la retirada de puntos de tres a entre cuatros y seis a los conductores que circulen chateando con el teléfono móvil, tras recordar que las distracciones fueron el año pasado por primera vez la principal causa de accidentes mortales de tráfico (estuvieron presente en un 33% de los casos), por delante de la velocidad (29%) y el alcohol (26%).

Además, también abogó por elevar de tres a cuatro la pérdida de puntos para quienes no lleven puesto el cinturón de seguridad o los pasajeros de moto o ciclomotor sin casco, así como dar puntos a los conductores que acudan a cursos de conducción segura.

Por otro lado, Navarro también propuso la introducción de “algunas horas presenciales de seguridad vial” para quienes quieran obtener el permiso de conducir, cursos de seguridad vial para trabajadores en moto y formación reglada para profesores de autoescuela.

En relación a la vigilancia y el control de las carreteras, adelantó que la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil tendrá 250 nuevos agentes el próximo mes de octubre y cerca de 400 más el año que viene, y defendió que, “para el control de la velocidad, el único sistema que tenemos son los radares”.

Otras propuestas desveladas por Navarro son encargar un estudio para mejorar la siniestralidad en las furgonetas, asignar un responsable de colectivos vulnerables (peatones, motoristas y ciclistas) e ntodas las jefaturas provinciales de Tráfico, una nueva estrategia nacional de la bicicleta, un próximo encuentro de ciudades para compartir buenas prácticas y una “especial atención” a las víctimas de tráfico.