En su intervención en el acto presentación de la candidatura de Óscar Puente a la Alcaldía de Valladolid, el ministro dijo que está “radicalmente en contra de los nacionalismos excluyentes”, pero alertó de que las fronteras interiores volverán si no se sabe gestionar bien y de manera común la inmigración que lleva por el Mediterráneo.

Borrell, en la reflexión sobre el uso de las identidades que está presente en Europa, apuntó que éstas “no nacen ni crecen en los arboles”. “Yo soy catalán, y español, y europeo, me niego a que nadie ponga en cuestión ninguna de estas tres identidades”, y “no me creo superior a nadie por ser así”.

CONTRA LOS NACIONALISMOS

Por ello, el ministro aseguró que está “radicalmente en contra de los nacionalismos excluyentes”, lo que le llevó a recordar unas palabras del presidente del Parlamento Europeo, Jean-Claude Juncker, en las que sostuvo que “el patriotismo es una gran virtud, pero el nacionalismo obtuso es un veneno”.

A su juicio, contra esa situación, hay que “levantar la vieja bandera del internacionalismo”, “la vieja bandera del ser humano que quiere trascender de las fronteras, que son las cicatrices que la historia ha dejado en la piel de la tierra grabas a sangre y fuego”.

“No queremos más fronteras pero, al paso que vamos, las volveremos a levantar si no somos capaces de gestionar bien nuestra frontera exterior común por el sur, por el Mediterráneo, las interiores que habíamos levantado entre los países se volverán a levantar, y hay ya quien lo pide”, alertó Borrell ante los “cantos de sirena” que vienen de líderes políticos de algunos países europeos.

En este sentido, insistió en que el “futuro” de España está en Europa “y no en cerrarnos en nosotros mismos para ser cada vez más pequeños y tener el ombligo cada vez más bonito”, porque “no existe la posibilidad de hacer una política progresista si no se enmarca en las coordenadas del mundo global”.

Así, hizo una defensa del Euro y aseguró que es “gigantesco escudo” para la economía española, después de asegurar que “con la peseta nuestra economía sería terriblemente débil” y la “extrema fragilidad” de la economía española ante el contexto internacional actual si no estuviera España dentro de la zona euro.

”El señor Trump puede hacer un tuit contra la lira turca y hundirla, pero no puede hacer un tuit contra el euro y hundirlo, aunque le gustara”, remachó.