Sánchez e Iglesias no se ven desde que el segundo abandonó temporalmente su actividad pública hace dos meses por el nacimiento prematuro de los dos hijos que tiene con la portavoz de Unidos Podemos en el Congreso de los Diputados, Irene Montero. Según fuentes gubernamentales, el encuentro estaba previsto desde hace semanas y sólo estaba a la espera de que Iglesias retomara su actividad.

Los dos líderes, no obstante, han estado en contacto este verano de forma constante, por ejemplo para acordar la modificación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria con el objetivo de evitar que el Senado, actualmente con mayoría absoluta del PP, pueda vetar el techo de gasto. También lo hicieron para decidir el nivel de renta a partir del cual se subirá el IRPF, que en principio quedará en los 120.000 euros anuales.

Los Presupuestos para 2019 son el tema de más relevancia sobre el que tienen que llegar a un acuerdo ahora. Unidos Podemos se ha ofrecido al PSOE como socio parlamentario estable siempre y cuando el Gobierno lleve a cabo una serie de medidas sociales.

Los socialistas entienden que el grupo liderado por Iglesias tenga que mantener cierta ambigüedad y mantener ciertas distancias, pero Sánchez ya ha asegurado que no presentará su proyecto de presupuestos hasta que no tenga garantizado el apoyo de Unidos Podemos. Ayer, el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, y el representante de IU en las negociaciones, Carlos Sánchez Mato, reprocharon al presidente que se plantee la aprobación en Consejo de Ministros de las cuentas para finales de noviembre o principios de diciembre, lo que obligaría a prorrogar unos meses los Presupuestos de 2018, que presentó el anterior Gobierno del PP.

Anteriormente, Sánchez e Iglesias se reunieron en La Moncloa el 14 de junio, dentro de la ronda de contactos de Sánchez tras la moción de censura que le hizo presidente, y luego en secreto el 19 de julio.