Según informó la Policía, la intervención del hachís se produjo en una intervención en La Línea de la Concepción, donde fue detenida una persona que vigilaba la droga en los escondites, que los narcotraficantes llaman ‘guarderías’.

La otra operación tuvo lugar en la playa del Tonelero, donde fue interceptado el desembarco de un alijo de droga, lo que permitió intervenir cuatro vehículos todo terreno que figuraban como sustraídos y estaban preparados para el transporte de droga.

La operación en La Línea se inició cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de una finca que pudiera estar siendo utilizando como ‘guardería’ de estupefaciente. Las vigilancias llevadas a cabo por los investigadores constataron el gran movimiento de personas y de vehículos entorno a las naves investigadas, así como los movimientos de vigilancia que ejercía un individuo en el lugar.

“GOLPE” A LOS NARCOS

Tras varias gestiones los agentes identificaron y localizaron a la persona que vigilaba de forma permanente este escondite, pero, ante la presencia policial, el individuo se dio a la fuga a la carrera siendo interceptado en un garaje colindante al lugar que custodiaba. Los policías comprobaron que en el interior había una habitación completa de fardos apilados, en total 101 sacos, que sumaban más de 3.000 kilogramos de hachís.

En otra operación, varios policías consiguieron abortar un alijo de droga en la zona de los Toneleros. Tras una persecución, los agentes consiguieron recuperar un total de cuatro vehículos todoterreno de alta gama que habían sido sustraídos en diferentes ciudades de la geografía española. Todos ellos estaban preparados para ser utilizados para transportar droga desde la playa hasta las los escondites.

Gracias a estas intervenciones policiales, la Policía Nacional aseguró que ha conseguido “dar un golpe a las infraestructuras y a la logística que utilizan los grupos organizados que se dedican al narcotráfico en la zona del Campo de Gibraltar”.