El intenso viento y el calor han hecho que los incendios de Grecia –que fueron provocados, según las sospechas de las autoridades- sean imposibles de controlar por los medios de extinción. Según WWF, este tipo de 'superincendios' alimentados por el cambio climático solo pueden combatirse con prevención, cambiando los actuales paisajes de alto riesgo.

La organización destaca que la situación que vive Grecia confirma una vez más que los incendios del siglo XXI se han convertido en una emergencia civil para los países del Mediterráneo -como sucedió el pasado año en Portugal y zonas de Galicia- por un cóctel letal formado por los efectos del cambio climático, el caos urbanístico -que favorece la existencia de casas y urbanizaciones dentro de los montes- y la ausencia de gestión forestal. Estos incendios devoran con la misma facilidad bosques, jardines, coches, casas y urbanizaciones, desbordando por completo a los dispositivos de extinción.

"Los incendios del siglo XXI ya no corren, estallan", manifestó la portavoz en incendios forestales de WWF España, Lourdes Hernández, quien añadió que "aunque el verano en la Península Ibérica está siendo tranquilo, lo que sucede en Grecia es un terrible recordatorio de la extrema vulnerabilidad del Mediterráneo ante los incendios forestales".

La ONG ya alertó este año en su informe 'El polvorín del noroeste' de que los países mediterráneos se enfrentan a una emergencia civil por los incendios forestales y denunció que las administraciones siguen ancladas en una estrategia "obsoleta" e "ineficaz" de lucha contra las llamas, en vez de adoptarse las medidas de prevención adecuadas.

"Estos 'superincendios' han llegado para quedarse. Verano tras verano seguiremos viviendo situaciones dramáticas como ésta en Grecia, España, Portugal o Italia, a menos que los países del Mediterráneo cambiemos nuestro enfoque en la lucha contra el fuego y apostemos por la prevención de los superincendios", concluyó Hernández.