Según informó la Policía, tres de los detenidos son de nacionalidad china y el cuarto es un ciudadano español que se encargaba de las labores de logística, la facilitación de gestión de billetes de avión y teléfonos móviles a las víctimas de trata.

La banda empleaba un domicilio en Ibiza para obligar a prostituirse a mujeres chinas que debían estar dispuestas a atender a clientes las veinticuatro horas del día, siete días a la semana.

El grupo criminal mantenía contacto con otras organizaciones similares, llegando a intercambiarse a las mujeres, y captaba a sus clientes a través de portales web especializados en prostitución y periódicos locales.

La investigación comenzó tras un correo electrónico recibido en el Servicio de Atención a las Víctimas de Trata de la Policía, al que se alertó de la explotación sexual de una mujer de origen chino en Ibiza.

DINERO A CHINA

Tras varias pesquisas, los agentes contrastaron la información y confirmaron la existencia de un domicilio situado en Ibiza que era destinado al ejercicio de la prostitución de mujeres de nacionalidad china. El inmueble era utilizado durante las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana, donde las jóvenes también vivían y eran controladas en todo momento.

La red criminal estaba perfectamente organizada y cada uno de sus integrantes ejercía un rol predeterminado. Unos se dedicaban a controlar a las mujeres mientras que otros se encargaban de la selección, distribución y reparto de las mismas.

También atendían los teléfonos para atender a los clientes y enviaban los beneficios económicos a China. Para el blanqueo de dinero obtenido, realizaban pequeños ingresos bancarios en metálico que posteriormente transferían a bancos chinos.

Durante el operativo realizado en Ibiza, los agentes arrestaron a los cuatro miembros de la organización y liberaron a seis mujeres prostituidas. En el interior de los tres domicilios registrados se intervino material informático, teléfonos móviles y diversos cuadernos y agendas manuscritas de relevancia para la investigación.

A la Policía le llamó la atención el gran volumen de tarjetas publicitarias que contenían el número de teléfono de una de las detenidas. Asimismo, fueron intervenidos 132.065 euros en metálico y cuatro pasaportes de la República Popular de China pertenecientes a cuatro mujeres que no se encontraban en el piso, posibles víctimas también de la organización.