Así lo aseguró Sánchez en la rueda de prensa ofrecida en Bruselas al término de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE, en la que destacó por encima de todo que “se ha conseguido un acuerdo” para reconocer el esfuerzo que hacen los países mediterráneos para acoger a los inmigrantes.

“Hubiéramos querido un acuerdo mucho más sólido y avanzado pero, dadas las características y composición del Consejo, es un acuerdo que nos permite continuar en lo que consideramos que es fundamental”, dijo tras destacar que el acuerdo conjuga “salvar vidas y respetar la legislación internacional”.

Sánchez destacó por encima de todo el pacto “muy importante” para dotar con 500 millones de euros el fondo fiduciario para África que ayudará a atajar la situación económica del continente y también el compromiso de Alemania de ayudar financieramente al control de las fronteras del sur y a pagar el traslado de un grupo de inmigrantes que desean venir a España.

El jefe del Ejecutivo vendió esta última parte del acuerdo como un fruto de su relación bilateral con la canciller de Alemania, Angela Merkel, con quien mantuvo un encuentro para dejar patente que España siempre ha sido “solidaria” en materia de inmigración, antes y después de la crisis del barco 'Aquarius'.

Sánchez no quiso dar cifras sobre el número concreto de inmigrantes que vendrán a España desde Alemania, aunque fuentes gubernamentales precisaron posteriormente a Servimedia que serán algo más de un centenar. En cualquier caso, destacó que “lo importante” de esta decisión es “el mensaje político” de que “España es responsable” no sólo con los inmigrantes que vienen a las costas.

Además, indicó que así “lanzamos un mensaje muy importante a la sociedad alemana y de compromiso” a la ciudadanía española. Como prueba de ello resaltó que Merkel “está agradecida por este gesto de solidaridad”.

Sánchez habló también del principio de acuerdo para crear plataformas en países europeos para el desembarco ordenado de los inmigrantes que lleguen al continente de forma irregular, al considerar que es una buena idea pese a que “hay mucho por concretar en este asunto” y no está claro “si hay países dispuestos a ponerlo en marcha”.

El presidente del Gobierno admitió que “queda mucho por conocer cómo podríamos poner en marcha este tipo de mecanismos” y cuál es la voluntad real de cada país, dado que “cada realidad es distinta”.