Ampliación

Sánchez anuncia su primer viaje a París el sábado y rompe la tradición de ir primero a Marruecos

- Puntualiza que la UE es “política interior” y fija la visita a Marruecos para el segundo semestre del año

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció este lunes que su primer viaje oficial al extranjero será el sábado a París para reunirse con el presidente de Francia, Emmanuele Macron, con lo que rompe la tradición de sus predecesores de desplazarse primero a Marruecos como gesto especial hacia el país vecino del norte de África.

Sánchez adelantó esta decisión durante una entrevista en Televisión Española, recogida por Servimedia, celebrada en el Salón de Columnas del Palacio de la Moncloa y que es la primera que concede a un medio de comunicación desde que ganó la moción de censura presentada contra el Gobierno de Mariano Rajoy el pasado 1 de junio.

Con motivo de la crisis humanitaria vivida en la última semana por la llegada del barco 'Aquarius' en el puerto de Valencia, Sánchez desveló que el fin de semana habló por teléfono con Macron para agradecerle su solidaridad al aceptar el traslado a Francia de parte de los inmigrantes que llegaron el domingo.

Sánchez explicó que la visita a Macron en París del sábado va a formar parte de “una ronda de consultas de viajes con los colegas europeos” que piensa realizar en las próximas semanas para promover un cambio de la política comunitaria en materia de inmigración y que le llevará a Berlín y Lisboa, además de París.

Restó importancia al hecho de que su primer viaje oficial al extranjero no sea a Marruecos, como es tradición en sus antecesores en La Moncloa. Para ello, adujo que a estas alturas la diplomacia comunitaria es “política interior” de España porque considera la UE “territorio propio”.

En este sentido, reivindicó un cambio de la política de inmigración de la UE, incluido el sistema de protección de fronteras Frontex, y reivindicó que España ha enviado con el 'Aquarius' un mensaje a los socios comunitarios para “la solidaridad”.

Sánchez apuntó sobre una posible afrenta a Marruecos por esta decisión que su “primera llamada” como presidente del Gobierno fue al primer ministro de Rabat y ambos se emplazaron a conocerse personalmente en un viaje que hará “próximamente” a ese país y que espera concretar para “el segundo semestre” de este año.

Además, intentó justificar que su primer viaje no haya sido a Marruecos con el argumento de que no ha llegado a La Moncloa tras un proceso electoral, como sus predecesores en el cargo. Fuentes socialistas apuntaron a este respecto que Sánchez está esperando cerrar agenda para verse con el rey Mohamed VI cuando viaje a Marruecos.

EFECTO LLAMADA

Sobre la crisis del 'Aquarius' a Valencia y el posible efecto llamada que puede provocar el gesto del Gobierno, Sánchez atribuyó su decisión exclusivamente al “drama de un barco a la deriva” que podía acabar en “tragedia humanitaria” ante la negativa de Italia y Malta a recibir el barco en sus puertos.

El presidente del Gobierno manifestó que el dilema radicó en “si una sociedad tan solidaria como la nuestra permanecía ajena” a lo que sucedía en el 'Aquarius' y recordó que la llegada masiva de pateras en la última semana “no es la primera ni la segunda” vez que ocurre. De hecho, destacó que en 2017 “se duplicaron el número de embarcaciones” procedentes a España del norte de África.

Para solucionar el problema de la inmigración, el jefe del Ejecutivo apostó por cambiar la política europea y también por una “cooperación reforzada con los países de origen”, como recordó que hizo el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero después del efecto llamada que provocó la regularización masiva de inmigrantes que se hizo en 2007.

Sobre la supresión de las concertinas en las vallas de Ceuta y Melilla, aseguró que “se pueden proteger las fronteras sin lesionar los derechos humanos”, los cuales pidió “respetar y garantizar” en virtud de los acuerdos internacionales que tiene suscritos España.

“Nosotros no vamos a abrir las fronteras, eso es inviable. Lo que tenemos que hacer es gestionar bien los flujos migratorios”, sentenció para despejar dudas sobre la política que tiene en mente y la decisión del Aquarius.

Finalmente, señaló que España tiene un PIB superior con 44 millones de habitantes que más de una treintena de países de África en los que viven 1.200 millones de personas y advirtió de que la llegada de jóvenes inmigrantes es una “realidad con la que nos tenemos que mover y administrar”.

(SERVIMEDIA)
18 Jun 2018
PAI/MML/gja