Esta causa fue investigada tras el accidente aéreo por el entonces juez de instrucción número tres de la Audiencia Nacional y recién nombrado ministro del Interior, Fernando Grande-Maslaska, quien decidió su archivo al no apreciar responsabilidad del Ministerio de Defensa, dirigido en ese momento por el popular Federico Trillo.

En una providencia conocida este jueves, los magistrados de la Sala de lo Penal explican que han decidido reabrir el caso atendiendo a la petición cursada por la Abogacía del Estado y la Fiscalía, tras conocerse que hubo restos de los accidentados que fueron sepultados en Turquía.

El pasado mes de mayo, las autoridades turcas informaron al Ministerio de Defensa de que en 2003 sepultaron un miembro inferior que presumiblemente pertenecía a uno de los fallecidos en el accidente del avión militar, que transportaba a 62 militares españoles, 12 tripulantes ucranianos y uno bielorruso.

Tras tener conocimiento de esta información, el Ministerio de Defensa, que se encontraba ya bajo dirección de María Dolores de Cospedal, dio traslado a la Abogacía del Estado, que, a su vez, ha solicitado a la Audiencia Nacional que investigue los restos con el respaldo de la Fiscalía.

Según indican los magistrados, "se trata de un hecho nuevo que debe esclarecerse", y para ello lo remiten al Juzgado Central de Instrucción número 3, ahora en manos Carmen Lamela, para que abra "una nueva pieza para llevar a cabo una instrucción suplementaria".

El Ministerio de Exteriores de Turquía comunicó a la embajada española en Ankara que la pierna de una de las víctimas fue encontrada semanas después del accidente y enterrada el 24 de julio de 2003 en el cementerio de la localidad de Maçka. La justicia española no lo investigó en ese momento porque no tuvo conocimiento del hallazgo.

Ahora se pretende abrir unas “auténticas diligencias de investigación” para tratar de “averiguar si existen aún en Turquía restos de una de las personas fallecidas en relación con estos hechos, identificarlos y posteriormente trasladarlos a España". El accidente se produjo el 26 de mayo de 2003, y en él perdieron la vida los 75 ocupantes del aparato.

En un auto, la jueza Lamela pide que se solicite a las autoridades turcas las gestiones oportunas para saber "si existe algún resto de alguno de los fallecidos en el accidente del avión Yakovlev 42, y en su caso, de qué tipo son, dónde se encuentran y si están en condiciones de poder ser examinados para su posible identificación y, en su caso, traslado a España".