Montón aseguró en su toma de posesión del pasado jueves que su hoja de ruta se basará en el "diálogo" y en la "universalidad del sistema sanitario", y luchará por que "nadie se quede atrás". Además, alabó y recordó "a los trabajadores de la sanidad pública y de los servicios sociales, que dieron lo mejor de ellos en los momentos de recortes. Confío plenamente en ellos y en sus conocimientos", dijo, y aseveró que el reto próximo es "adaptar el SNS y los servicios sociales a las nuevas tecnologías".

Sin embargo, sobre la mesa de la nueva titular de Sanidad quedan muchos asuntos pendientes, como la promoción de ofertas de empleo público anuales para combatir la precariedad laboral en el Sistema Nacional de Salud, así como la homologación retributiva entre las diferentes comunidades autónomas.

Asimismo, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) llevará a la mesa de negociación la necesidad de promover un plan de ordenación de recursos humanos, “a la espera del prometido Registro de Profesionales, que favorezca una política de recursos humanos en el conjunto del SNS y la planificación ante situaciones de déficit de personal en especialidades y zonas de difícil cobertura”.

A estos asuntos se añade la potenciación de la Atención Primaria, como vía de acceso a la asistencia sanitaria, y la redefinición del papel del Consejo Interterritorial, con el fin de promover la cohesión entre comunidades autónomas y garantizar que los acuerdos sean vinculantes.

PRECARIEDAD LABORAL

En cuanto a los profesionales sanitarios, Montón tendrá que abordar la precariedad laboral y salarial de este colectivo y que “se recuperen los derechos laborales", algo que “desde la profesión médica venimos reclamando desde hace años y que, incluso, hemos recogido en un acuerdo de Gobierno”, según la Organización Médica Colegial (OMC).

Por ello, los médicos reiteran “la necesidad de un Pacto por la Sanidad para que deje de ser utilizada como confrontación partidista, cuente con una financiación suficiente que recupere el porcentaje respecto del PIB reducido año tras año a raíz de la crisis y podamos seguir contando con un modelo sanitario que es un referente en todo el mundo”, agregan.

Apostar por un pacto de Estado que quede al margen de cualquier conflicto político es otro de los asuntos que reclama también el Consejo General de Enfermería, que apuesta por “un pacto en el que participen todos los agentes de la sanidad (Gobierno, oposición, profesionales, pacientes y comunidades autónomas) y que concluya en un gran acuerdo que incluya las medidas que sean necesarias para garantizar un sistema sanitario centrado en las necesidades de los pacientes y que garantice los principios generales que han dado base a nuestro Estado de bienestar: universalidad, gratuidad, accesibilidad, solidaridad y equidad”.

Junto a todo ello aún queda por autorizar o resolver la prescripción enfermera, la implantación de las especialidades de Enfermería, la lucha efectiva contra las agresiones a los profesionales sanitarios o la cobertura de puestos de trabajo para cubrir las próximas jubilaciones en el Sistema Nacional de Salud.