Según informó Tedae, el empleo en estas empresas creció en un 1% (56.404 profesionales) y la exportación también (9.289 millones frente a los 8.881 de 2016), manteniéndose en el 83% de lo facturado.

La industria integrada en esta asociación contribuyó con un 0,9% al PIB, con el 5,9% al PIB industrial e incrementó en 2017 el esfuerzo inversor en I+D+i hasta el 11%.

“Tenemos claro que nuestros retos son la especialización, la I+D+i, la competitividad, la eficiencia de las cadenas de suministro y ganar posiciones en el mercado europeo e internacional. Y los vamos a acometer con el mayor compromiso y entusiasmo. Pero por el alto contenido tecnológico de nuestros productos y servicios, porque los periodos de desarrollo de tecnologías y de amortización se prolongan mucho en el tiempo, por la feroz competitividad de los mercados internacionales, necesitamos el apoyo de nuestros gobiernos”, afirmó Jaime de Rábago, presidente de Tedae.

Al cierre de 2017 la facturación de las empresas de defensa se situó en 5.379 millones de euros, un 7,1% más respecto de 2016, mientras que el empleo lo hizo en un 2,3%, superando los 22.800 profesionales contratados.

Javier Pradere, vicepresidente de defensa de Tedae, explicó que el 68% de la cifra de negocio es aeronáutica, el 9,2% corresponde a electrónica y tecnologías de la información, el 7,7% es naval, el 6,5% terrestre, el 1,8% espacio y el resto auxiliar, misiles y armamento.

También indicó que las prioridades de futuro para las empresas españolas de defensa y seguridad son formar parte de la base industrial europea que contempla la Pesco, participar en igualdad de condiciones en el futuro mercado europeo de defensa y en el nuevo ciclo inversor para modernizar las capacidades de defensa y seguridad.

Por su parte, la industria aeronáutica ha duplicado su facturación desde 2007, pasando de 3.900 a 8.947 millones de euros. En 2017 creció un 4,6%, facturando 8.947 millones, de los que el 52% procede de la aeronáutica civil y el 48% de la militar.

Por último, el sector espacial español creció el pasado ejercicio un 2%, situándose su facturación en 851 millones de euros. El 43% del volumen de negocio correspondió al segmento de vuelo, el 33% a operadores, el 18% al segmento terreno y un 6% a lanzadores.

El año 2017 supuso el inicio de la presidencia española en el consejo de la Agencia Europea del Espacio (ESA, por sus siglas en inglés), que culminará con la celebración de la siguiente conferencia ministerial de esta agencia en España.