Medio marino

Oceana pide que la ‘pesca pirata’ sea declarada delito contra el medio ambiente

- Hoy se celebra el Día Iternacional de la Lucha contra la Pesca Ilegal, No Declarada y No Reglamentada

MADRID
SERVIMEDIA

La organización ambiental Oceana lanzó este martes un SOS a los gobiernos para que la ‘pesca pirata’ sea un delito ambiental punible, puesto que es una práctica de alcance mundial que mueve cada año ingentes cantidades de dinero y daña el medio marino, poniendo en peligro los recursos pesqueros y todo el ecosistema marino.

Este llamamiento coincide con el Día Mundial del Medio Ambiente y el Día Internacional de la Lucha contral Pesca Ilegal, No Declaradad y No Declarado, que se celebran este martes, 5 de junio.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada es responsable de la pérdida de 11 a 26 millones de toneladas anuales de pescado, lo que equivale a un valor económico estimado de 10.000 a 23.000 millones de dólares (entre 8.500 y 19.600 millones de euros).

Para reducir este impacto, la Meta 4 del Objetivo 14 de La Agenda del Desarrollo Sostenible, adoptada en 2015 por la Asamblea General de la ONU, apremia a la comunidad internacional a «regular eficazmente la explotación pesquera y poner fin a la pesca excesiva, ilegal, no declarada y no regulada y a las prácticas pesqueras destructivas» para el 2020.

“Hacemos un llamamiento a los gobiernos de todo el mundo para que la pesca ilegal sea delito ambiental. Todos los países deben reconocer que la pesca ilegal a gran escala es crimen organizado y tratarla como tal. Los piratas deberían estar entre rejas y no navegando libremente por los océanos”, afirmó Lasse Gustavsson, director ejecutivo de Oceana Europa.

Oceana indicó que se calcula que la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada representa un 20% de las capturas totales, y que el hecho de que la gran mayoría de países no la consideren como un delito “está pasando factura al medio ambiente y la sociedad”.

“Estos operadores quiebran la ley, provocando la sobreexplotación de stocks pesqueros y la destrucción de ecosistemas y hábitats vitales. Especies de alto valor económico, como tiburones y atunes, son a menudo el objetivo de la pesca ilícita. La sobrepesca de estos depredadores y de especies amenazadas desequilibra el ecosistema marino y hace peligrar la salud y la riqueza de los océanos”, añadió.

Además, apuntó que estas prácticas pesqueras sitúan en desventaja a los pescadores legales y repercuten en el bienestar socioeconómico de las localidades pesqueras.

(SERVIMEDIA)
05 Jun 2018
MGR/caa