Crisis humanitaria
El hambre amenaza con matar a 400.000 niños en la República Democrática del Congo
- Según Unicef
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Al menos 770.000 niños sufren desnutrición aguda en la región de Kasai (República Democrática del Congo), de los que 400.000 tienen desnutrición severa y están en riesgo de muerte debido al hambre, según aseguró este viernes Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) en un nuevo informe.
La agencia de la ONU señaló que esta “crisis humanitaria alarmante para los niños” puede desencadenar que se disparen las muertes infantiles si no se toman medidas urgentes para reforzar la respuesta humanitaria.
Desde 2016, cuando estalló un conflicto violento en Kasai, cientos de miles de personas se han visto forzadas a abandonar sus hogares y sus comunidades. A pesar de que se ha producido una tregua de los combates, unos 3,8 millones de personas (entre ellas 2,3 millones de niños) necesitan ayuda humanitaria.
“El conflicto y el desplazamiento siguen teniendo consecuencias devastadoras para los niños de Kasai”, aseguró la directora ejecutiva adjunta de Unicef, Fatoumata Ndiaye, tras visitar esta región de la Republica Democrática del Congo.
Ndiaye subrayó que “miles de niños desplazados han estado durante meses sin acceso a servicios que necesitan, como atención sanitaria, agua potable y educación, y su bienestar se ha resentido de manera extraordinaria”. “Ahora que el acceso está mejorando, el gobierno y los aliados humanitarios, con apoyo de la comunidad internacional, deben aumentar las intervenciones vitales para los niños antes de que sea demasiado tarde”, añadió.
La inseguridad alimentaria en Kasai es consecuencia de una brusca caída de la productividad de las tierras relacionada con el desplazamiento, según el informe. Muchas familias que han huido de sus hogares no han podido sembrar y cosechar sus cultivos, lo cual ha llevado al aumento de la desnutrición. En algunas zonas se han perdido ya tres cosechas agrícolas.
MÁS CONCLUSIONES
Otras conclusiones del informe son que uno de cada 10 niños en Kasai sufre desnutrición severa aguda; más de 200 centros de salud han sido saqueados, quemados o destruidos durante el conflicto; más de 400 escuelas han sido atacadas o utilizadas con fines militares y 100 han sido destruidas, y unos 440.000 niños no pudieron acabar el curso escolar en 2017.
Además, miles de niños fueron reclutados por grupos armados y milicias; el 60% de los milicianos de la región son menores y los calendarios de vacunación infantil se interrumpieron debido a la violencia, por lo que la región se enfrenta ahora a brotes de cólera y sarampión.
Unicef señaló que está intensificando la distribución de alimento terapéutico entre los centros de salud y los hospitales para tratar a niños con desnutrición, así como aumentando las actividades de formación a trabajadores de la salud comunitarios para promover unos mejores hábitos nutricionales.
Para que los niños vinculados a las milicias se recuperen de la violencia que han vivido, es fundamental la reinserción familiar y la escolarización. Unicef y sus aliados han promovido hasta ahora la liberación de 1.700 niños de las milicias y les han proporcionado apoyo psicosocial y ayuda para reintegrarse en sus comunidades. La agencia de la ONU también ha instalado y rehabilitado 314 aulas en la región de Kasai para ayudar a los niños a volver a clase.
Unicef ha hecho un llamamiento por valor de 88 millones de dólares (74 millones de euros) para financiar los programas para los niños de Kasai durante 2018.
(SERVIMEDIA)
11 Mayo 2018
MGR/caa