La coincidencia en este asunto del ministro con el primer partido de la oposición se produjo en el Pleno del Senado, donde el parlamentario del PSOE Julián Rodríguez Esquerdo preguntó “sobre la valoración del Gobierno de la tan esperada disolución de la banda terrorista ETA”.

Tanto Zoido como Esquerdo coincidieron en que no debe haber contrapartidas para la organización terrorista por su disolución, al tiempo que ninguno de los dos mencionó ninguna eventual modificación de la política penitenciaria respecto a los presos etarras.

El ministro sostuvo que la disolución de la banda criminal ha llevado “tarde” y “de una manera muy incompleta”, al tiempo que apuntó que el fin de la organización criminal se ha producido tras su “derrota total y absoluta” a manos de la democracia española.

“BANDA DE BANDOLEROS”

Asimismo, el titular de Interior se refirió a que “ni las palabras ni las escenas” de los etarras “van a cambiar la realidad”, que pasa por el dolor que han causado y por la obligación de responder ante los tribunales de los delitos que tienen pendientes. Además, remarcó que el final de ETA no va a traer ninguna negociación “ni compensaciones”.

Por su parte, el senador Esquerdo indicó que la banda etarra no debe obtener “ninguna contrapartida” por su disolución, igual que no ha obtenido “ni uno solo de sus objetivos” durante sus décadas de actividad criminal.

Este parlamentario del PSOE se refirió a que “ETA ya no existe”, pero dijo que es algo que no cabe ser atribuido a una “banda de bandoleros” como es la organización terrorista, sino al esfuerzo “de los que defendieron la libertad” en el País Vasco, Navarra y en el conjunto de España.