Este lunes estaban citados a partir de las 10.00 de la mañana los cinco exmiembros de la Mesa que presidía Carme Forcadell, en prisión provisional en la actualidad. Se trata de Lluís María Corominas, Lluís Guinó, Anna Simó, Ramona Barrufet y Joan Josep Nuet. Sólo Barrufet faltó a la cita, alegando motivos de salud. Su comparecencia ha quedado aplazada para más adelante.

El representante de En Comú-Podem defendió que hablar en un parlamento de cuestiones que pueden ser inconstitucionales no es delito, lo que sí puede serlo es que no se acepten y cumplan las sentencias del Constitucional.

En su declaración ante el Tribunal Supremo, Nuet puso en valor el mecanismo parlamentario y señaló que esta causa adolece de un conocimiento profundo de cuáles son los mecanismos parlamentarios, que siempre se basan “en que en los parlamentos se debaten ideas políticas que cuando se convierten en leyes pueden ser suspendidas por el Tribunal Constitucional”.

A su juicio, en lo referido al `procés´ “se ha modificado la tradición parlamentaria de los últimos 40 años. Se ha introducido el debate previo y la constitucionalidad previa”. En su defensa argumentó que los miembros de la Mesa de un Parlamento procesados en el Supremo “no son expertos constitucionalistas y pueden presentar dudas y facilitar trámites que después pueden ser suspendidos”.

“Estas suspensiones luego se acatan y no pueden ser acusados de forma previa de querer desobedecer al Constitucional. Solo pueden ser acusados a posteriori cuando no hayan aceptado las sentencias del Constitucional, que no ha sido el caso”, aseguró.

Insistió también en que el conocimiento de estos mecanismos por parte de los jueces es un elemento importante porque, además del catalán, hay otros parlamentos en España que van a “continuar teniendo que hacer debates complejos” y decisiones en ese sentido podrían suponer que a partir de ahora “vaya a haber cosas prohibidas de las que no se pueda hablar”. Nuet reconoció a su llegada al Supremo que se pudieron “cometer errores, pero ninguno merece una persecución criminal”.

INVIOLABILIDAD

Los exmienbros de la Mesa del Parlament procesados por desobediencia y citados este lunes en el Tribunal Supremo para su declaración indagatoria aseguraron al juez Pablo Llarena que en el momento de votar “actos de trámite parlamentario”, que permitieron avanzar hacia la declaración unilateral de independencia, se creían protegidos por la “inviolabilidad parlamentaria”.

Tras comparecer, el exmiembro de la Mesa y actual diputado, Lluís Guinó, se dirigió a los periodistas para avalar la versión dada ante el magistrado y anunciar que la defensa de los procesados va a pedir al juez el levantamiento de las medidas cautelares que les fueron impuestas, dado que hasta el momento las han cumplido, demostrando que no van a eludir la acción de la justicia. Todos ellos tienen obligación de comparecer semanalmente ante el juzgado más cercano a su domicilio y tienen retirado el pasaporte.

Los citados este lunes están acusados de un delito de desobediencia por haber tramitado las iniciativas de desconexión contrarias a los preceptos dictados por el Tribunal Constitucional. El juez insiste en sus autos en que los exmiembros de la Mesa mantuvieron una “tenaz y perseverante” desatención a los requerimientos del Tribunal Constitucional para que impidieran o paralizaran cualquier iniciativa que supusiera ignorar o eludir la nulidad de las resoluciones parlamentarias.

Salvo Nuet, los tres citados restantes se acogieron a su derecho a no declarar y sólo contestaron a las preguntas de su abogado. Por su parte, Nuet argumentó que tras votar todas las iniciativas propuestas en la Mesa después votó en contra de ellas en el Pleno, lo que demuestra, en su opinión, que nunca tuvo intención de desobedecer al Tribunal Constitucional

Mañana será el turno de los exconsejeros Meritxell Borrás, Carles Mundó y Santiago Vila, así como de la dirigente de la CUP Mireia Boyá. Los antiguos miembros del gobierno catalán están acusados también de malversación.