El resultado de la votación arrojó 176 votos en contra de las enmiendas a la totalidad, alcanzando un voto más de los esperados, frente a los 174 votos a favor. De esta forma, las enmiendas quedaron rechazadas por un voto de diferencia, permitiendo que el proyecto presupuestario continúe su tramitación parlamentaria. Cabe recordar que, sin embargo, el error de Quevedo no resultó decisivo, ya que el pronóstico inicial de empate a 175 votos también garantizaba la tramitación de los PGE y el rechazo de las enmiendas a la totalidad.

EXPLICACIÓN

Al término de la sesión plenaria de este jueves, una vez se conocía ya el sentido del voto de Quevedo, el diputado canario reconoció a los periodistas su error al votar. En concreto, el diputado de Nueva Canarias explicó que en primer lugar había pulsado el botón correcto, votando a favor de las enmiendas, pero que “un compañero con toda la buena voluntad pensó que me estaba equivocando”, por lo que pulsó en su lugar el otro botón, votando en contra.

A pesar de que Quevedo no señaló el nombre del diputado que habría cambiado su voto “con toda la buena fe del mundo”, la distribución de los diputados en el hemiciclo apuntan a que fue Isidro Oblanca, diputado de Foro que se sitúa a su izquierda y que votó en contra de las enmiendas, ya que al otro lado del diputado canario se sienta Marian Beitialarrangoitia, de Bildu, quien sí votó a favor de las enmiendas.

Así, fuentes parlamentarias señalaron que el diputado que había cambiado el voto de Quevedo se sentía “abochornado”, mientras que Quevedo calificó la situación de “ridícula” y le quitó importancia al asegurar que “afortunadamente no ha pasado nada”.

Poco tiempo después, el propio Oblanca quiso explicar personalmente la situación en el patio del Congreso, para aclarar que “con la mejor intención” indujo a Quevedo “a cometer un error en la votación” porque creía que “se estaba equivocando en el sentido de su voto”.

“De forma absolutamente desacertada por mi parte le induje a cometer este error, ya he pedido disculpas al diputado canario y confío en que este tipo de cosas no vuelvan a suceder”, dijo entonando el ‘mea culpa’. Tras su declaración a los periodistas, Quevedo, que pasaba por el patio del Congreso, se acercó a Oblanca y ambos posaron juntos ante los fotógrafos.

SUSPICACIAS

El error de Quevedo puede despertar suspicacias debido a que en la tramitación el pasado año de los PGE de 2017 él fue precisamente el último voto que el Gobierno logró sumar para asegurar la aprobación de las cuentas públicas de dicho ejercicio. Por ello, en numerosas ocasiones se le ha denominado como “el diputado 176” y, a modo de augurio, el ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, se había referido a él en esos términos durante el debate de este jueves. Así, se esperaba que, una vez superado el debate de totalidad, el Gobierno iniciara la negociación con el diputado de Nueva Canarias para terminar sumando su voto en la votación definitiva que tendrá lugar el 24 de mayo.

La estimación inicial para la votación de este jueves señalaba que el Gobierno lograría sumar los votos en contra de las enmiendas de una mitad de la Cámara Baja, compuesta por los 134 diputados del PP, 32 de Ciudadanos, 5 del PNV, 2 de UPN, 1 de Coalición Canaria y 1 de Foro. Frente a ellos, se esperaba a la otra mitad del hemiciclo, formada por los 175 votos sumados por los 84 diputados del PSOE, 67 de Unidos Podemos, 9 de ERC, 8 del PDECat, 4 de Compromís, 2 de Bildu y 1 de Nueva Canarias, Pedro Quevedo.

Nueva Canarias era la única formación que no había presentado su propia enmienda a la totalidad y que había anunciado, tanto la semana pasada como en el día de ayer, durante la intervención de Quevedo para fijar su postura en el debate, que votaría a favor de las presentadas por el resto de grupos.