Así se pronunció el jefe de la diplomacia española, en el Pleno del Senado, en respuesta a una pregunta del senador de ERC Jordi Martí acerca de los beneficios obtenidos con la liquidación de Diplocat.

La aplicación del artículo 155 de la Constitución también supuso la liquidación del Diplocat. Este organismo era un consorcio público-privado que se había convertido en una especie de cuerpo diplomático paralelo al estatal presidido por el presidente de la Generalitat puesto al servicio de la internacionalización del proceso independentista.

El cierre de Diplocat fue más lento de lo esperado debido al recurso ante el Tribunal Supremo planteado por la Associació Catalana de Municipis i Comarques (ACM) y que pedía suspenderlo cautelarmente. Finalmente, el Alto Tribunal decidió rechazar este recurso.

Su cierre ha provocado el despido por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores de 18 personas. El ministro subrayó que el Gobierno ha pretendido con el cierre de Diplocat garantizar el cumplimiento de la Constitución y del Estatuto de Autonomía de Cataluña, “donde estaban siendo conculcados”.

Explicó que la disolución de este organismo fue una medida “responsable y proporcionada” que se tomó para evitar que desde Diplocat se actuara “para favorecer el ‘procès’ y en contra del modelo constitucional y de convivencia que nos dimos todos los españoles, incluidos los catalanes”.

Afirmó que el presupuesto de Diplocat ascendió en 2017 a 2.320.000 euros, de los que 805.000 euros se destinaron a cubrir gastos de personal y algo más de 1,5 millones “a actividades relacionadas con la ruptura del orden constitucional y con la división de los catalanes”.

También rechazó que el dinero destinado a Diplocat haya contribuido a mejorar en algo la imagen y los intereses de Cataluña en el exterior. “Más bien, ha tenido el efecto contrario”, dijo.

Manifestó que el gasto de este organismo fue “inútil”, cuando no una “desviación de dinero público” para lograr una “quimera inalcanzable” contraria al “orden interno y al internacional”.

“Ha merecido la pena claramente esa disolución”, remachó.

Por su parte, Martí destacó que Diplocat se creó en 2012 con el objetivo de establecer cauces de comunicación para “informar e influir positivamente en la imagen del país en el exterior”.

Dejó claro que la diplomacia de comunicación no es contraria a la acción exterior del Estado y utilizó el Índice Elcano de Presencia Global de 2017 para demostrar que Cataluña “lidera la dimensión blanda de España en el exterior”. Finalmente, acusó al Gobierno de haber emprendido una “deriva autoritaria” y le aconsejó que no tema a la libertad de expresión.