Así se pronuncia el jefe de la diplomacia española en una entrevista publicada en el periódico económico alemán ‘Handelsblatt’, en la que analiza el impacto internacional del desafío independentista catalán.

Dastis se refiere a las palabras del ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, quien aseguró recientemente que la Generalitat no destinó dinero público para la celebración del referéndum del pasado día 1 de octubre.

A este respecto, el ministro comenta que “puede ser que los separatistas no usaran directamente fondos públicos para el referéndum, pero quizás lo hicieron indirectamente”.

También alude a las investigaciones puestas en marcha por el Ministerio de Hacienda, la Guardia Civil y la Policía Nacional para “comparar resultados” y “aclarar las supuestas contradicciones”.

A su vez, expresa su seguridad de que la UE seguirá apoyando a España de manera unitaria ante el desafío independentista, porque en este país se protegen los valores en los que se basa la Unión Europea: “la democracia y el Estado de Derecho”. ritica que los independentistas defienden una democracia que “no se atiene a ninguna regla. Si hay personas que están por encima de la ley, eso no es democracia”.

Rechaza que en España se haya judicializado la política para afrontar el envite de los independentistas y subraya que el Gobierno está dispuesto al diálogo “dentro del marco de la Constitución”, dejando claro que Cataluña goza de un “grado de autonomía que probablemente no tiene ninguna otra región en Europa”.

Descarta al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont como interlocutor válido para el Gobierno por haber “violado” la ley, por “abusar de la sociedad catalana para sus propios fines”, por su condición de “huido” de la justicia y por evitar que sus “propios seguidores formen un nuevo gobierno porque sólo propone candidatos presidenciales que están imputados y no pueden asumir el cargo”. No es nadie con quien se pueda negociar, afirma.

Dastis defiende que “alguien que tiene asuntos pendientes con la justicia no puede ser presidente” y considera “francamente absurdo” plantearse una mediación internacional para solventar la crisis institucional en Cataluña.

Concede la posibilidad de debatir si el reglamento para la detención preventiva en España es “estricto” y destaca la necesidad de que en el actual debate sobre las órdenes de arresto europea quede clara su concepción como un “instrumento basado en la confianza en los respectivos sistemas legales que acelera la extradición de los acusados”.

Por último, reconoce que España “perdió influencia política” en la crisis durante la crisis y confirma que en las negociaciones sobre el ‘Brexit’ el Gobierno aborda de manera bilateral la cuestión de Gibraltar. Si no solucionamos pronto el problema, lo aislaremos del resto de las negociaciones sobre el ‘Brexit’, de modo que se puedan cerrar sin Gibraltar”, remacha.