Los servicios de emergencia recibieron una llamada de alerta sobre las 11.30 horas, según informaron fuentes de la Ertzaintza a Servimedia. El detenido trató de evitar la entrada de las autoridades en el piso y comenzó a prenderle fuego, arrojándose al vacío sobre una colchoneta instalada por los bomberos que amortiguó la caída.

La hija tenía 43 años y la madre 69. Según las fuentes consultadas, el presunto asesino ya no mantenía relación sentimental con la víctima y aún se desconoce si había denuncias previas por violencia de género.

Las autoridades investigan el caso como violencia de género, dada la relación que habrían mantenido supuesto agresor y víctima. De confirmarse, estas dos mujeres serían la décima y undécima víctimas mortales de la violencia de género en España en lo que va de año.