Según informó este martes el Ministerio del Interior, a la organización se le imputan supuestos delitos contra la salud, pertenencia a organización criminal, contra la seguridad vial, tenencia ilícita de armas, atentado contra agente de la autoridad, homicidio en grado de tentativa y blanqueo de capitales.

Los agentes han realizado 16 registros domiciliarios en las varias localidades malagueñas (Coín, Casabermeja, Albolote, Monachil, Otura), y en Leipzig y Bremen en Alemania. De los registros practicados se ha incautado una tonelada de marihuana, 212.000 euros en metálico, un arma de fuego, munición y 8 vehículos.

La investigación se inició el pasado mes de junio cuando agentes de la Guardia Civil detectaron a varios ciudadanos alemanes adquiriendo importantes cantidades de marihuana en las provincias de Málaga y Granada, por lo que se iniciaron contactos la ZFA.

Tras un primer intercambio de información entre ambos cuerpos policiales se aprehendieron en la localidad alemana de Bremen 240 kilogramos de marihuana envasada al vacío que estaba oculta entre la carga de un camión, procedente de un lugar indeterminado de la provincia de Málaga, por lo que se procedió a la detención de una persona.

Poco después en el término municipal de Antequera (Málaga), los agentes hallaron oculto entre la carga de un camión 120 kilogramos de marihuana procesada y 180 kilogramos de hachís, por lo que se procedió a la detención de su conductor que resultó ser un miembro de la organización de nacionalidad ucraniana.

A raíz de los transportes interceptados por la Guardia Civil, la organización comenzó a utilizar un nuevo modus operandi para evitar ser detectados, realizando transportes de drogas en pequeñas cantidades de entre 5 y 10 kilogramos, a través de empresas de paquetería postal, siendo detectados hasta seis envíos de droga por este método, por lo que los agentes lo pusieron en conocimiento de las autoridades alemanes y se procedió a la detención de 3 personas por ello.

La organización se estructuraba en una compleja red dividida en varias células que estaban establecidas en localidades de Málaga y Granada y que utilizaban transportes de mercancías por carretera para su distribución. El cabecilla de la organización dirigía todas las células desde la localidad alemana de Bremen, donde residían la mayor parte de los integrantes del grupo criminal.

La finalidad de esta estructura era la dar estanqueidad a sus operaciones delictivas, ya que si una célula era detenida por la policía las otras seguirían manteniendo el negocio del tráfico de drogas con normalidad, preservando de esta manera la protección y seguridad de su cabecilla.

En el operativo desarrollado en Granada para la detención de uno de los miembros de esta banda resultaron heridos de gravedad dos agentes de la Guardia Civil al ser embestidos y golpeados con el vehículo en el que circulaba esta persona para intentar evitar su detención.