Políticos y periodistas despiden al cronista Gonzalo López Alba
- Ana Pastor y Rodríguez Zapatero participan en el homenaje en el Congreso de los Diputados
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La presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, y el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, entre otros, despidieron este lunes al periodista Gonzalo López Alba, fallecido el pasado 5 de febrero, cuya honestidad e integridad profesional fue recordada tanto por políticos como por compañeros periodistas.
López Alba, que recibió en 2007 el Premio Luis Carandell de periodismo parlamentario, ejerció la profesión en El Sol, ABC, Público o El Confidencial, entre otros medios. También publicó ‘El relevo’, un ensayo sobre el triunfo de Rodríguez Zapatero en el 35 Congreso Federal del PSOE, en 2000, y las novelas ‘Los años felices’ y ‘My dear love’.
Además de Pastor y Rodríguez Zapatero, estuvieron en el acto el ex secretario general del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba; el presidente del Principado de Asturias, Javier Fernandez; y la portavoz del PSOE en el Congreso, Margarita Robles.
Ana Pastor le recordó recorriendo los pasillos del Congreso, “me contaba cosas del PSOE y yo le contaba alguna del PP”, pero siempre mantenía la confidencialidad de las conversaciones, como la seriedad en sus publicaciones, subrayó, sin hacer la pelota a nadie y parco incluso en las sonrisas.
Si la sociedad y las empresas periodísticas no saben reconocer “a los muchos y valiosos Gonzalos” que hay en la profesión, alertó, no solo se dilapidará un valioso capital humano para comprender y orientar el progreso social, sino que “estaremos en manos de demagogos y malabaristas”.
Zapatero le recordó “esperando dispuesto a preguntar” por cualquier rincón del Parlamento, y reconoció que más allá de la simpatía recíproca y el aprecio personal que tenía que ver con la coincindencia generacional y de origen, siempre valoró en él su integridad y su honestidad profesional, que le llevaron a mantener cierta distancia con quien fue presidente del Gobierno.
Fue “rabiosamente independiente, imbatible en la integridad, meticuloso”, con una mirada que siempre sentía “penetrante” a pesar de la simpatía personal, siempre escrutando la realidad que le rodeaba para poder contarla. Escribía sobre “política con mayúsculas”, subrayó, y del PSOE “sabía más que el PSOE”. Por eso “radiografió como nadie” los procesos internos del partido y era un “referente del buen periodismo” sobre el que las empresas periodísticas, dijo, “deberían reflexionar”.
Jesús Maraña, director de Infolibre, recordó que a López Alba le gustaba definirse como “plumilla” pese a ser un “periodista ejemplar”, quizá el único nombre propio de la profesión que puede ser tildado de “honesto, decente, generoso, humilde y riguroso” por prácticamente todos los medios de comunicación y políticos de todos los partidos, algo inaudito enun país “de trincheras y sectarismo”.
Políticos y periodistas, subrayó, sabían que lo que Gonzalo escribía era fiable, porque nunca publicaba un dato sin contrastarlo y nunca se prestó a ser “correa de transmisión de una intoxicación” ni de “propaganda al servicio de nadie”. Era “alérgico a los focos y a las candilejas”, capaz de romper quince veces el borrador de una crónica. “Dudaba porque era sabio, o viceversa, era sabio porque dudaba”, y era autocrítico hasta extremos que, “desgraciadamente, escasean”.
“Nadie muere del todo si permanece en la memoria de otros”, afirmó Jesús Maraña, y en la memoria de sus compañeros quedará siempre una máxima de López Alba: “Sé tú mismo, haciendo el bien siempre que puedas y sin desear el mal ajeno”.
Rosa Paz, compañera de profesión, subrayó que López Alba parecía tener una “gran coraza” emocional que en realidad protegía su corazón sensible, vulnerable, propio de un hombre bueno que solía parecer ensimismado y que se preocupaba mucho por las personas a las que quería. Solitario, una especie de extraño misántropo con muchos amigos.
“El periodismo le dolía”, recordó, como le dolía “la intemperie” en la que la crisis dejó a muchos periodistas y “el desamparo” en el que ha quedado la profesión con la precariedad laboral.
Sonia, sobrina de Gonzalo López Alba, le recordó como otros le han calificado: “incorruptible, metódico, discreto, íntegro...”, convencido de que no importa lo modesto del origen sino la grandeza del destino. Alguien de quien todos los que le conocieron seguirán aprendiendo.
(SERVIMEDIA)
05 Mar 2018
CLC/gja