Según informó la Policía, al grupo, que estaba dirigido por dos hermanos, se le han intervenido 2.100 plantas de hachís y casi cuatro kilogramos de cogollos de marihuana, así como 1,2 kilogramos de cocaína y 24 gramos de ‘speed’.

En cuanto a las armas, los arrestados contaban con una automática tipo subfusil Mini-Uzi Israelí, así como nueve armas largas tipo escopeta, un revolver, dos armas de fogueo, así como más de 600 cartuchos de munición, cuatro vehículos de gama alta y una moto de agua.

La investigación comenzó el pasado año, cuando los investigadores detectaron la presencia de un grupo criminal en la zona de Coín que realizaba diversas actividades delincuenciales, entre las que destacaba el tráfico de sustancias estupefacientes.

FINCAS FAMILIARES

Las primeras pesquisas de los agentes iban encaminadas a identificar a los miembros de la trama y el modus operandi que utilizaban para llevar a cabo su actividad ilícita. Las indagaciones determinaron que la cúspide de la trama estaba dirigida por dos hermanos, que se dedicaban al cultivo y a la distribución de marihuana, en colaboración con otros miembros de su familia.

Los sospechosos utilizaban una infraestructura propia compuesta por diversas fincas donde instalaban sus plantaciones y después distribuían las cosechas producidas tanto a pequeña como a gran escala. Además, como medida de prevención se surtían de numerosas armas, aumentando progresivamente en sofisticación y peligrosidad.

Con esta información, los agentes llevaron a cabo seis registros (cuatro domicilios y dos fincas) y detuvieron a 10 personas en Málaga.