El pasado mes de septiembre EH Bildu presentó una enmienda a la totalidad en el debate sobre la propuesta de derogación parcial de la ley con el objetivo de "darle la vuelta" y garantizar los derechos de la ciudadanía, "lejos de su actual faceta represiva".

La formación subraya que era la primera vez que presentó una enmienda a la totalidad con texto alternativo en una ley de ámbito estatal y con ella pretendía llegar a "un mejor punto de partida" para lograr un texto final más acorde con el sentir de la mayoría favorable a la derogación.

La importancia de la ley "y las implicaciones que está teniendo en Euskal Herria hacen que EH Bildu vea urgente dar pasos firmes para avanzar en la derogación", y por ello tras ser tumbada aquella enmienda a la totalidad ha presentado ahora enmiendas parciales que persiguen ese mismo objetivo, "dar un giro

importante a la ley y poner el acento en garantizar el ejercicio de los derechos y libertades de los ciudadanos, no como hasta ahora en la limitación extrema de ellos hasta la criminalización".

En opinión de la diputada de EH Bildu Marian Beitialarrangoitia, la forma más adecuada de abordar la derogación de esa ley es hacer una nueva en la que el elemento nuclear no sea el represivo sino, al revés, "garantizar los derechos civiles básicos" y quitarle a la norma "la carga represiva".

Beitialarrangoitia considera que esta ley vulnera algunos de los principios rectores del ordenamiento jurídico porque "pretende controlar y castigar a la población que por motivos sociales, políticos o laborales quiere mostrar su disidencia en la calle acogiéndose a su derecho de manifestación. Los agentes policiales se han convertido en juez y parte y son, además, incuestionables, inapelables, sublimando el principio de autoridad".

"El Estado se basa en leyes como la Ley Mordaza para aplicar situaciones de excepción y para vulnerar derechos fundamentales", y por ello las enmiendas de EH Bildu están encaminadas a la derogación.