Zoido hizo estas declaraciones en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados, donde compareció a petición propia y de tres grupos parlamentarios: Socialista, Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea y Ciudadanos.

“En ningún caso se ha responsabilizado a los conductores por haberse quedado atrapados en la AP-6, sino que se ha hecho la reflexión de por qué a algunos no les llegaron los avisos o por qué algunas recomendaciones no fueron atendidas por otros, pero en ningún caso para culparles, sino para hacer autocrítica de cómo podemos mejorar los canales de comunicación para llegar a todos los conductores y, al mismo tiempo, concienciarles en estos casos”, apuntó.

El director general de Tráfico, Gregorio Serrano, culpó inicialmente a algunos conductores por no ser prudentes ante la nevada. “Ha habido conductores que o no se han enterado o han tomado decisiones o han tomado decisiones que no han sido las apropiadas”, dijo, aunque después se retractó y achacó el colapso a la concesionaria de la AP-6 (Iberpistas).

Zoido pidió “perdón una vez más” a los afectados por el temporal de nieve y que se quedaron atrapados durante varias horas, sobre todo en la noche del 6 al 7 de enero, y se disculpó “especialmente” con las familias que viajaban con niños. “Lo lamentamos muchísimo”, añadió.

MOTIVOS DEL CAOS

Por otro lado, Zoido defendió que el Gobierno actuó con “previsión, planificación, coordinación, capacidad de reacción y puesta a disposición de los medios humanos y materiales necesarios y apoyo a los afectados”.

Así, comentó que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) emitió el 4 de enero un aviso especial por nevadas, ante lo cual Serrano convocó una reunión para planificar las actuaciones con vistas al fin de semana con representantes de la Dirección General de Carreteras, la Dirección General de Protección Civil y Emergencias, la Aemet y la Dirección General de Tráfico (DGT).

Subrayó que la concesionaria de la AP-6 tomó “algunas decisiones que no fueron las correctas”, aunque reiteró que no se trata de “una justificación o una excusa”, sino que debe servir para tomar medidas con el fin de que en el futuro no vuelvan a producirse casos similares.

Zoido comentó que la AP-6, la AP-51 y la AP-61 son autopistas de peaje concesionadas que cuentan con sus propios centros de control del tráfico y las concesionarias pueden adoptar medidas sobre la gestión del tráfico.

Indicó que “uno de los principales motivos del colapso” en la AP-6 es que la concesionaria abrió el tráfico a las 19.09 horas del día de Reyes, dos horas después vuelve a solicitar el corte de la vía “cuando ya había una multitud de vehículos atrapados” y a las 22.50 activa el nivel autoprotección y pide ayuda por no poder solucionar el colapso con sus propios medios.

Además, consideró “revelador” que en la A-1 (autovía Madrid-Burgos), que transcurre paralelamente a la AP-6, también nevó, pero no se colapsó porque la DGT activó el nivel rojo a primera hora de la tarde del sábado 6 de enero, es decir, los coches podían ir a 30 km/h con cadenas o neumáticos de invierno y prohibición de circulación de camiones, autobuses y vehículos articulados. Ello permitió que las máquinas quitanieves trabajaran “sin problema”.

Zoido señaló que “la situación fue radicalmente diferente” tanto en la A-1 como en la AP-6 porque en una vía “se adoptaron las medidas correctas en perfecta coordinación y en la otra no fue así.

Por último, Zoido indicó que el Gobierno está analizando lo ocurrido para adoptar medidas ante episodios de nevadas. Algunas de las propuestas iniciales son que la DGT tenga la última palabra en la apertura o el cierre de las autopistas concesionadas, que los pasos de las medianas estén abiertos o practicables para facilitar los cambios de sentido y que la DGT, Protección Civil y la Dirección General de Carreteras puedan activar la Unidad Militar de Emergencias (UME), no sólo las subdelegaciones del Gobierno y las comunidades autónomas.