“El objetivo es hacer más ágiles y sencillos los trámites administrativos y así ahorrar a los pacientes llamadas o visitas. En definitiva, ahorrar costes y esperas, al tiempo que se mejora la seguridad y la calidad en la atención al paciente”, según explica el director de la Fundación Espriu, Carlos Zarco.

Además, en el caso de las cooperativas, según Zarco, “la aplicación de las nuevas tecnologías fomenta y mejora la participación de los socios, uno de los principios básicos de este modelo, que trabaja para que médicos y usuarios se impliquen activamente en el diseño de la sanidad”.

Entre las novedades que se han desarrollado están las aplicaciones móviles, el Portal del Paciente para gestionar citas y obtener información sobre la historia clínica sin desplazarse al centro, plataformas web con blogs adjuntos y la creación de un área de participación para que los propios pacientes puedan compartir e intercambiar ideas.

“Estas herramientas digitales desarrollarán la relación de los usuarios permitiendo un conocimiento más ágil y profundo del tipo de asistencia médica que se ofrece en cada momento”, agrega el director de la Fundación Espriu.

Por otro lado, Zarco destaca que la presencia de las cooperativas sanitarias aumentará la conexión con todo tipo de iniciativas médicas, “haciendo cada día más presente la voz del cooperativismo sanitario en estos entornos”.