Así lo explicó este miércoles el presidente del CSN; Fernando Martí, en una comparecencia en el Congreso de los Diputados para presentar las principales actuaciones del Consejo en 2016. Según Martí, durante ese ejercicio “todas las centrales funcionaron de forma segura y sin ninguna consecuencia para los trabajadores, la población o el medio ambiente”.

Por otro lado, explicó que las centrales notificaron 22 sucesos, de los que 20 fueron de nivel 0 y 2 de nivel 1. Como consecuencia, se produjeron dos apercibimientos a las centrales de Cofrentes (Valencia) y Ascó (Tarragona), que se cerraron sin sanción.

En cuanto al combustible gastado, a 31 de diciembre de 2016, había 1.581 elementos en las piscinas de las centrales y 1.401 en contenedores secos en los Almacenes Temporales Individualizados (ATI) de Zorita (Guadalajara) y Ascó.

El presupuesto del CSN alcanzó los 46,5 millones de euros en 2016, de los que el 97,5% fueron aportados por las tasas que cobra el organismo.

Preguntado por los grupos por el reciente cese del inspector residente de la central de Almaraz (Cáceres) y su traslado a la sede del CSN, Martí negó que haya sido una respuesta a sus críticas al funcionamiento de la central y aseguró que se trata de un cese por “un problema laboral”.