La coalicion presentó en noviembre la campaña 'Cambia de bando' para fomentar el cambio de suministros desde las comercializadoras "del oligopolio" a esas empresas que considera más justas y sostenibles.

La campaña incluía el cambio de contratos en sus sedes y también el envío de información a sus militantes y simpatizantes para animarles a secundar ese cambio en sus domicilios y fomentar a partir de ahí una migración "masiva" y un debate público sobre el papel del oligopolio en el modelo energético español.

El coordinadir general de IU, que firma la iniciativa, explica que pretende con ella conseguir que el Congreso declare "su compromiso de primar la electricidad cien por cien verde cuando adjudique el contrato de suministro de energía eléctrica para sus edificios".

Con la iniciativa quieren que el Congreso reconozca expresamente "el carácter de servicio público del modelo energético y la necesidad de cambiarlo en nuestro país para superar la dependencia energética, favorecer el interés general y contribuir a la sostenibilidad ambiental".

EL PAPEL DEL OLIGOPOLIO

"Cualquier nuevo patrón energético debe contar con el sector público como palanca de cambio, pero también con la implicación ciudadana y la de sus instituciones democráticas, por ejemplo, con acciones que permitan desconectarse de las comercializadoras del oligopolio. Sería un gesto que, sin suponer en sí mismo un cambio del modelo en su conjunto, permite introducir en el debate público el papel que juega el oligopolio energético", argumenta Garzón.

La coalición considera que el cambio de modelo energético es "condición necesaria" para avanzar hacia un nuevo modelo productivo, que ha de ser incompatible con el capitalismo neoliberal, "causa de la agudización de las injusticias y las desigualdades en y con el planeta".

En su opinión, el caso de España resulta especialmente paradigmático porque su modelo energético "se sustenta de forma notable en el uso de los combustibles fósiles, con la complejidad que acarrea para un territorio que no los produce y, por lo tanto, es totalmente dependiente de su importación".

A esa situación de vulnerabilidad económica permanente se añade una organización estatal del mercado eléctrico basada en el control del sector por parte de un oligopolio, que encuentra la complicidad permanente de los sucesivos gobiernos que promueven legislaciones para favorecer y reforzar sus intereses, todo ello en absoluto detrimento del interés general".