En el Manifiesto del 1 de Mayo, al que tuvo acceso Servimedia, el PCE defiende también una mayor justicia social, la protección total a los parados, la democracia en los centros de trabajo, una justa redistribución de la riqueza y la igualdad laboral y salarial entre hombres y mujeres.

El PCE hace un llamamiento a los trabajadores a que participen activamente en todos los actos convcados para el Día del Trabajo, porque, a su juicio, "hoy más que nunca se hace necesario el binomio estratégico negociación-movilización".

Tras denunciar la "ley de la selva" que impera en el mundo, propiciando desigualdades cada día más evidentes, y el hambre y la miseria que sufre el Tercer Mundo, el PCE se centra en su manifiesto en el problema del paro en España, e insiste en la necesidad de reducir la jornada laboral a 35 horas, como elemento clave para "lograr un empleo más digno y más estable, , además, para crear nuevos puestos de trabajo".

El PCE denuncia que los permanentes mensajes de optimismo sobre la recuperación económica contrastan con las altas tasas de paro existentes, y recalca que estos "cantos de sirena" se dan de bruces con un mercado de trabajo con más del 36% de eventualidad y que sirve de "campo abonado" para que las ETT aumenten el deterioro de los derechos sociales del conjunto de trabajadores y, sobre todo, de las mujeres y jóvenes.

Para el PCE, la zanja laboral crada por "las empresas de prestamismo laboral" supone "una gravísima dualización social con efectos demoledores", por lo que considera "necesaria y urgente" una medida legal derogatoria de las empresas de trabajo temporal.

En su manifiesto, el PCE critica también los elevados índices de siniestralidad laboral que hay en España, que, a su juicio, son en gran medida evitables, al tiempo que denuncia los agravios laborales y sociales que sufren los inmigrantes en nuestro país. El PCE cierra su documento cn la guerra de los Balcanes, y critica la intervención de la OTAN, a la que acusa de haber agravado el conflicto.