Zurich ya ha recibido peticiones de información de empresas interesadas en esta póliza de Asia, Estados Unidos y Europa.

En principio Zurich se está concentrando en los riesgos que se pueden producir en las primeras décadas de existencia de una planta de captura de CO2, y su póliza cubriría hasta 37,5 millones de euros al año para situaciones como contaminación del suministro de agua, daños a pozos petroleros cercanos, o pérdida de beneficios derivada del cierre de las instalaciones por las autoridades.

Sin embargo, la aseguradora no cubrirá todos los proyectos aprobados por el gobierno, sino aquellos que cumplan las máximas medidas de seguridad, lo que será evaluado por expertos de la empresa, ni los daños causados por una fuga masiva de dióxido de carbono.

Tampoco se hará cargo de los problemas que se produzcan cientos de años después del cierre de una instalación de captura y almacenamiento de CO2, lo que podría convertirse en una responsabilidad de los gobiernos.

El Congreso de Estados Unidos ya estudia la adopción de un marco de protección similar al que existe para un accidente en una central nuclear en aquel país, que limitaría la responsabilidad en caso de accidente para las empresas que se dedican a la captura de CO2.

Proporcionar seguros a los operadores de proyectos para la captura y almacenamiento de CO2 es fundamental, ya que el desarrollo de esta técnica permitirá mantener abiertas las centrales térmicas de carbón, que generan el 50% de las electricidad en países como EEUU, al contrarrestar sus emisiones de dióxido de carbono.