Zaplana aderezó su crítica al fiscal con una duro reproche a la decisión mayoritaria de la Mesa del Congreso de rechazar la comparecencia de Conde-Pumpido para que explique el criterio por el que la Fiscalía ha solicitado penas reducidas en los procesos que tienen pendientes algunos presos etarras.

Según dijo, pese a la actuación del Gobierno y del PSOE"la democracia española es fuerte y sigue funcionando" como ha quedado demostrado tras las decisiones del Tribunal Supremo y de la Audiencia Nacional.

Zaplana recordó con ironía que "el Estado de Derecho sigue funcionando" y ha decidido el procesamiento de "ése que hacía discursos de paz" (Otegi) y que ahora "ha sido procesado por terrorista".

A su juicio, estas dos recientes decisiones judiciales demuestran que "los que están fuera de la realidad no son los que siguen exigiendo el cumplimiento del Esatdo de Derecho sino los que se han creído y conformado una realidad artificial".

Se trata de "un revolcón al Fiscal General del Estado" que ha defendido la adaptación de la actuación de la Fiscalía a las nuevas condiciones surgidas tras el alto el fuego de ETA.

"Las leyes no están sometidas a la oprotunidad política que es el criterio que sigue el fiscal", dijo Zaplana, quien afirmó además que "ha sido un alivio para los demócratas" el conocer estas dos decisiones judiciales.

"SECTARISMO"

Además, Zaplana arremetió duramente contra el "sectarismo" de la Mesa del Congreso en la que la mayoría conformada por socialistas y nacionalistas votó en contra de la comparecencia del Fiscal General del Estado.

Los populares solicitaron la presencia en el Congreso de Cándido Conde-Pumpido para que diera explicaciones sobre el criterio por el que la Fiscalía ha solicitado penas reducidas en los procesos que tienen pendientes algunos presos etarras.

Entiende Zaplana que la calidad democrática en el Parlamento "deja mucho que desear" y que este rechazo es "una nueva manifestación de sectarismo en la Mesa" que rechaza una petición "procedente" del PP.

Con esta actuación se pretende, según el PP, "someter a la presión más brutal a todo el que discrepa del Gobierno y proteger e impedir la comparecencia de quien le hace el juego" al Ejecutivo.

Zaplana denunció que "para el Defensor del Pueblo" cuya reprobación se podrá discutir en el Congreso, "cualquier cosa sirve, se busca un informe y a presionar al Defensor del Pueblo", mientras que para la comparecencia del fiscal general "ningún argumentación es suficiente".

"Hay que proteger a los coinciden y hay que perseguir a los discrepantes.Esa es la constante" en la actuación del Gobierno, al "que no importa desprestigiar las institiuciones del Estado", concluyó el portavoz popular.