A este pronostico negativo que auguran los fabricantes de zapatos, se suma la mala situación económica de los países de la Unión Europea (UE), que optan mayoritariamente por comprar productos chinos por un precio muy inferior al que ofertan los zapatos españoles.

Sin embargo, Méndez apuntó que pese a que el zapatato barato español "no puede competir con el chino", "tenemos fe en el producto de calidad y de moda".

Los fabricantes de zapatos españoles quieren intentar "dar la vuelta a la tortilla" y aprovechar el mercado chino para vender productos con mayor calidad, dada la mejora del poder adquisitivo en China y que este país "está invirtiendo en ropa y calzado de calidad".

En este sentido, confirmó que los planes de apoyo que recibe el sector zapatero español "están dirigidos a las empresas que quieren hacer las cosas bien y que ofrecen un valor añadido en sus productos", por lo que se confirma que las fábricas de calzado "de batalla" tienen sus días contados en España.