En un encuentro informal con los periodistas que siguen su visita oficial a León, Rodríguez Zapatero no se ha mostrado en ningún momento apesadumbrado por la polémica y ha dicho que por "honestidad" personal y política, él está obligado a poner el acento en exigir a "una democracia" como Israel que no se extralimite ejerciendo su derecho de defensa.

De Hezbollah, que es una organización terrorista y no democrática, ya sabemos qué esperar, ha recalcado el presidente, que piensa también que la inmensa mayoría de los españoles está con sus tesis.

Estos comentarios de Zapatero se han producido después de que la conversación que ayer mantuvo el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, con Haarel para rebajar la tensión entre los dos países haya servido de poco. Esta mañana, el embajador ha exigido a José Blanco una rectificación de sus palabras de ayer, en las que decía el "número dos" socialista que Israel considera a los civiles libaneses objetivo militar.

Tras conocer esta nueva andanada verbal israelí, Moratinos ha declarado en León, a donde ha acudido con Zapatero a una reunión de directores del Instituto Cervantes, que "ayer le dije al embajador que el período de declaraciones era el pasado y que tenemos que trabajar juntos para ayudar a salir de esta crisis". "Las declaraciones no aportan en este momentos más que expresar preocupación y lo que falta ahora es acción diplomática".

Posteriormente, Zapatero, en la copa con los periodistas y ya consciente de que la llamada de Moratinos ayer a Haarel había resultado infructuosa, ha declarado textualmente que "no me preocupa nada" lo que diga el embajador en nuestro país. En cualquier caso, mantienen que las relaciones con el Estado hebreo "no se han alterado".

En la conversación con los periodistas, Zapatero se ha declarado "sorprendido" por el lío que se ha montado en torno a la fotografía que le hizo un integrante de las Juventudes de Al Fatah con la "kufiya", el tradicional pañuelo palestino, durante un congreso internacional de Juventudes Socialistas.

"¿Qué iba a hacer? ¿Rechazar el pañuelo?", se ha preguntado el jefe del Ejecutivo de forma retórica ante los periodistas que han estado con él en el bar de un barrio de la capital leonesa. A su juicio, el palestino, con el que ayer se volvió a fotografiar en La Moncloa, esta vez ya junto a representantes de las Juventudes Laboristas, sólo quería sacarse una foto con él. Ni siquiera hacer proselitismo.

Respecto al fondo del conflicto, Zapatero ve "prematuro" hablar del posible envío de tropas españolas al sur del Líbano y ha dejado claro que, en ningún caso, eso será bajo mandato OTAN y sin respaldo de una resolución de la ONU. En caso de que no sean "cascos azules" y sí tropas de la UE, pero respaldadas por la ONU, el Gobierno lo estudiaría.