En una conversación informal con un grupo de periodistas después de un acto en favor de la Constitución Europea, el presidente reiteró su compromiso de garantizar la suficiencia financiera de las comunidades autónomas.

En el caso concreto de Cataluña, Rodríguez Zapatero se mostró dispuesto a hacer un ejercicio de pedagogía para intentar que la sociedad en su conjunto comprenda las deficiencias financieras que padecen algunas comunidades para prestar un adecuado servicio sanitario o educativo a sus ciudadanos.

En algunas comunidades, como es también el caso de Cataluña, estas deficiencias se ven agravadas por la presión migratoria, que aumenta considerablemente el número de sujetos perceptores de esos servicios.

Rodríguez Zapatero considera que se trata de un problema puramente "político" y que, por tanto, los mecanismos que contribuyan a su solución deben ser, también, políticos, no fiscales.

Cree necesario, por ello, superar conceptos tales como el de "balanza fiscal", esgrimido por algunas comunidades autónomas para reclamar más fondos del Estado o recortar su aportación.

El presidente se declara firmemente defensor de unos criterios estatales para fijar la solidaridad de cada territorio, aunque se reconoce también libre de tiranías intelectuales que le impidan aceptar las diferencias entre comunidades en su esfuerzo recaudador o en la fijación de sus prioridades de gasto.

La financiación de las comunidades autónomas, que engloba la sanitaria, será uno de los asuntos a tratar en la comisión PSOE-PP creada por acuerdo del propio presidente con Mariano Rajoy.

El presidente da por hecha,además, otra reunión de esa comisión cuando esté lista la propuesta del Parlamento de Cataluña para reformar el estatuto de autonomía de esta comunidad.

Con el PP también se hablará, aunque no especificó si en esa misma comisión reunida formalmente, de las reformas constitucionales propuestas por el Gobierno, y que serán sometidas a consulta del Consejo de Estado después del referéndum de la Constitución Europea.

El presidente no avanzó posibles fechas de esas reuniones, pero sí reconoció que el calendario de estudio y aprobación del nuevo sistema de financiación autonómica puede verse condicionado por las diferentes convocatorias electorales.

Así, si las elecciones gallegas se celebran en otoño, una vez cumplida la actual legislatura, puede haber tiempo entre las vascas y las de Galicia para avanzar en este asunto.

Sin embargo, si el presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, decidiera adelantar la convocatoria, apenas quedaría tiempo entre los dos procesos electorales para abordar con serenidad este asunto sin contaminarlo con la campaña electoral, por lo que se aplazaría.

En esa conversación informal, el presidente del Gobierno restó relevancia a la polémica suscitada tras conocerse sus encuentros con los líderes del PNV y de ERC de los que no se dio ninguna información.

Argumenta el presidente que son numerosas sus reuniones discretas con multitud de personas, también dirigentes políticos, aprovechando coincidencias o sesiones plenarias del Congreso de los Diputados, sin que ello despierte sospecha alguna.

En esas reuniones se habló de todo, también de la situación política, marcada esos días por el debate del "plan Ibarretxe" en el Congreso de los Diputados.

En el caso de Josu Jom Imaz, el presidente del PNV había solicitado la entrevista con mucha antelación y por un asunto no relacionado con esa actualidad política y que el jefe del Ejecutivo no quiso desvelar.

También fue Carod-Rovira el que pidió la entrevista al presidente, y en esa reunión se habló, entre otras cosas, de las lenguas cooficiales en la Unión Europea, un asunto en el que Rodríguez Zapatero se muestra optimista y sugiere, incluso, que se podrían ablandar algunas resistencias hasta ahora férreas, como la del presidente francés, Jacques Chirac.