ZAPATERO PONE A LOS VASCOS ANTE LA DISYUNTIVA DE MAS "AVENTURAS SIN SALIDA" O UN NUEVO ESTATUTO CONSENSUADO
- Asegura que las reformas constitucionales "son las que son" y argumenta los motivos de la consulta "abierta" al Consejo de Estado
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El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró hoy que en las próximas elecciones autonómicas en el País Vasco los ciudadanos tienen la posibilidad de optar entre más "aventuras sin salida" o la aprobación de un nuevo Estatuto consensuado que permita más autogobierno a Euskadi.
Rodríguez Zapatero intervino ante el Comité Federal del PSOE, el máximo órgano de dirección del partido entre congresos, reunido para hacer balance del primer año desde la victoria electoral del 14 de marzo de 2004 y para ratificar las candidaturas y el programa electoral de los socialistas vascos para las autonómicas del próximo 17 de abril.
Esas autonómicas, dijo Rodríguez Zapatero ante los suyos, "son unas elecciones más en las que se vota quién gobernará en el País Vasco en los próximos cuatro años. Sólo eso y sólo por ese periodo. No se dirime en las urnas algo que no se puede dirimir exclusivamente allí, ni tampoco por medio de unas elecciones".
Con esta advertencia sin destinatario expreso, el presidente dejó claro que estas elecciones no son un plebiscito sobre iniciativas como el "plan Ibarretxe", que fue ya rechazado por el Congreso de los Diputados. Sin embargo, añadió, "no son unas elecciones cualquiera".
"Un resultado prolongaría el camino lleno de incertidumbre, confrontación y fragmentación de la sociedad vasca, un camino de aventuras sin salida, cuatro años más de lo mismo, con una misma conclusión, mayor frustración. Ni puede ni debe continuar la política que divide a los ciudadanos por mitades", sentenció.
Otro resultado, por contra, "permitiría el fortalecimiento del autogobierno, integrar al conjunto de la sociedad vasca en su propia gobernabilidad, tejer una estrategia de diálogo, plantear una respuesta sin fisuras para la paz, más autogobierno, entendimiento entre los partidos, convivencia en la sociedad y unidad por la paz".
"Si hay diálogo y acuerdo allí, habrá aval político aquí", aseguró el presidente del Gobierno. "Tendremos un estatuto mejorado en vez de un plan imposible, un estatuto sin nombre propio ni siglas, o con los nombres y las siglas de todos los demócratas, en el que se reconozcan todos los vascos y en el que pueda progresar su autogobierno, que nos permita a los socialistas poner en marcha y gestionar políticas sectoriales de progreso".
REFORMAS "PRECISAS" DE LA CONSTITUCION
La mayor parte del discurso de Rodríguez Zapatero estuvo dedicado a hacer balance de ese primer año desde su victoria electoral, con especial atención al reto de mejorar el funcionamiento territorial del Estado.
Subrayó, en este sentido, la creación de la Conferencia de presidentes, la participación de las comunidades autónomas en la Unión Europea, y la apertura de un diálogo para reformar los estatutos "con naturalidad" y con voluntad de conseguir un amplio consenso.
Todo ello supone, dijo, el reconocimiento de que el Estado "no es otra cosa que la integración de todos los poderes políticos, de todas las representaciones, de todas las administraciones", un reconocimiento imprescindible para que prospere la cooperación interterritorial.
En este capítulo incluyó Rodríguez Zapatero el reciente informe enviado al Consejo de Estado para que se pronuncie sobre las reformas de la Constitución.
Esas modificaciones, insistió, son "precisas, limitadas y concretas". "Son las que son", aseguró, "lo que no impide, sino que más bien aconseja, que la formulación de la consulta sea abierta, para favorecer que el asesoramiento, en el seno del Consejo, se produzca con la libertad de criterio y el suficiente debate del que surjan propuestas bien analizadas y maduradas".
"No se pide el asesoramiento sobre algo que ya se ha decidido. No se le da previamente la respuesta a alguien al que se quiere escuchar. No se maniata a priori la reflexión de quien se espera el más alto y agudo consejo", dijo el presidente, a quienes critican la fórmula elegida por el Gobierno para consultar al Consejo de Estado.
El presidente considera encaminado también su compromiso de dialogar con todos los sectores de la política y la sociedad. "Quedó atrás el gobernar sin complejos que soportamos durante años. Vimos que era gobernar sin respeto, con malos modos, sin escuchar a los ciudadanos, y los españoles quieren ser escuchados, respetados y atendidos, que cuando sea preciso se rectifique y cuando haga falta se pidan excusas. A eso le llamamos talante, si lo preferís le podemos llamar, simplemente, democracia".
En virtud de ese compromiso de dialogar con todos y también de escuchar, aseguró que el partido y el Gobierno rendirán cuentas de lo hecho ante los ciudadanos durante todo el mes de abril, cuando se cumplirá un año desde la toma de posesión.
COMPROMISOS CUMPLIDOS
Rodríguez Zapatero recordó los motivos que, en su opinión, llevaron a los ciudadanos a decantarse hace un año por el PSOE y otras opciones distintas del anterior Gobierno y que se sintetizan, dijo, en el deseo de mayor bienestar, de un país más competitivo, más cohesionado, más solidario, una España más abierta y tolerante, una vida pública más serena y un una forma de gobernar atenta y cercana a los ciudadanos.
Enumeró compromisos concretos cumplidos, como la salida de las tropas de Iraq, el regreso al núcleo europeo, la formación de un Gobierno paritario, la aprobación de la Ley contra la violencia de género, el final de la discriminación de los homosexuales, la subida de las pensiones y el salario mínimos, la conversión del diálogo "en el lenguaje del poder", la mejora de la convivencia territorial, o el empleo "de lo mejor de nosotros mismos para conseguir el fin de la violencia".
Todo ello "parecía difícil pero lo estamos haciendo realidad" con el respaldo de la mayoría, que ahora "es mayor de la que nos respaldó hace un año", una muestra de que los españoles decidieron mirar al futuro y no "estancarse en el pasado".
La política económica, dijo, es uno de los ámbitos en los que la realidad "desmiente los augurios, las alarmas y los tópicos" esgrimidos por el PP, porque el crecimiento mejora, dijo, y las expecativas permiten ser optimista.
El presidente expuso algunos datos concretos y esbozó los ejes sobre los que pivotará el objetivo de incrementar la productividad: refuerzo de la estabilidad presupuestaria, plan de dinamización, reforma fiscal, reforma laboral, y plan de fomento empresarial, todo ello combinado con el fomento del I+D+I.
Las políticas sociales han sido otro de los ejes de su gestión en este primer año, en el que destacó que por primera vez se ha destinado más de la mitad del gasto público a fines sociales, lo que ha permitido incrementar las pensiones y los salarios mínimos, sucesivas aportaciones al fondo de reserva de la Seguridad Social o aprobar un plan de choque de acceso a la vivienda, con la próxima creación de la Sociedad Pública de Alquiler.
Rodríguez Zapatero subrayó la aprobación del Reglamento de la Ley de Extranjería y el actual proceso de regularización de trabajadores inmigrantes, y expresó también su confianza en los frutos que pueda arrojar el diálogo social. El reto ahora, añadió, es impulsar un cambio social en la conciliación de la vida laboral y familiar que llegue, incluso, a propiciar "un cambio cultural".
Otro cambio cualitativo será la atención a las personas dependientes, que responderá a una necesidad evidente pero que también generará nuevos puestos de trabajo. Será el desarrollo del cuarto pilar del Estado del bienestar, una vez que concluya el diálogo con los sectores afectados sobre el Libro Blanco ya aprobado, y con el que se pretende cerrar un amplio consenso para la futura ley.
El Gobierno también ha hecho un esfuerzo por aumentar la seguridad de los españoles, incrementando plantillas y presupuesto de las Fuerzas de Seguridad, reforzando la cooperación internacional, las dotaciones de traductores, y luchando contra los accidentes de tráfico con medidas que han reducido ya la mortalidad en las carreteras, pese a que esta "lacra social" se ha llevado ya la vida de 20.000 ciudadanos desde el año 2000.
También se ha trabajado en el aumento de los derechos civiles de ciudadanos con medidas por la igualdad entre sexos, con la agilización del divorcio y con la posibilidad del matrimonio entre personas del mismo sexo.
La cultura fue otro de los ámbitos mencionados por el presidente, "porque nada construye más capital social, nada cambia más profundamente las sociedades que los proyectos culturales sostenidos en el tiempo".
En la política exterior, Rodríguez Zapatero subrayó "el giro" dado en los últimos meses con el regreso "a las posiciones que fundamentaron el consenso internacional de España desde el restablecimiento de la democracia" y que únicamente se rompió en la anterior legislatura.
Especial mención mereció la reciente ratificación del Tratado por el que se establece una Constitución para la Unión Europea.
Al margen "de la tibieza y la pasión" con que cada uno defendió esa Constitución, el presidente aseguró que su aprobación "unifica la voluntad política de los españoles" con su regreso a la condición de "motor de la integración europea, que nos permite operar con mayor eficacia en la defensa de nuestros intereses" y desde ahí reforzar los lazos con Iberoamérica y el Mediterráneo, desde un compromiso con la paz que motivó la salida de Iraq pero también el incremento de su compromiso con la paz en Afganistán, los Balcanes o Haití.
En todos estos ejes, concluyó, seguirá trabajando el Gobierno socialista, y de todo ello rendirá cuentas a los ciudadanos. Para seguir con esa tarea, volvió a pedir el respaldo de todos los dirigentes y cuadros del partido, reunidos en esta ocasión para hacer un balance que fue realmente austero y sin tono festivo alguno debido, reconocen, a la proximidad con el aniversario de los atentados del 11-M.
(SERVIMEDIA)
12 Mar 2005
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