Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que hizo un balance del año que termina, Zapatero reconoció que la renovación del Alto Tribunal sufrió un "frenazo" durante las negociaciones con el Partido Popular.

Sin embargo, expresó que tiene la "intención" de recuperar las negociaciones con el principal partido de la oposición "para que el diálogo dé a una renovación del Tribunal Constitucional en un plazo razonable".

Zapatero no quiso, en cambio, pronunciarse sobre la sentencia que el Tribunal Constitucional tiene pendiente sobre el Estatuto de Cataluña, contra el que el PP presentó un recurso la pasada legislatura.

Adujo que "el Gobierno no tiene nada que decir sobre los tiempos del Tribunal Constitucional para resolver temas" porque ambos poderes recorren "caminos independientes".