Durante su primera visita a las instalaciones de Tráfico, el presidente expresó su "satisfacción y agradecimiento" a la DGT por su "esfuerzo útil y moralmente apasionante", así como por los buenos resultados alcanzados tras los dos primeros meses de la puesta en marcha del carné por puntos.

Según explicó, en lo que va de legislatura "se han registrado 1.000 muertos menos", comparando datos de 2005 con los correspondientes a 2003. Dijo también que sólo en este verano un centenar de personas "han podido salvar la vida". "Hay pocos objetivos que merezcan tanto la pena como garantizar la seguridad de la ciudadanía", subrayó.

No obstante, reconoció que el trabajo "está siendo duro", por lo que expresó su "apoyo" a la DGT para consolidar la reducción del número de víctimas de este verano con la introducción de "mejoras en los medios, en el número de efectivos y el incremento de los radares".

"La última palabra", prosiguió, "es de los ciudadanos. Por ello, les invito a cumplir las normas y a respetar a los agentes de la autoridad, para que, también en esto, seamos ejemplares, salvemos muchas vidas y nos pongamos a la cabeza de Europa".

"Demasiados jóvenes han perdido ya la vida en las carreteras, y esto no lo podemos consentir", sentenció el presidente.

VISITA A LA DGT

Durante su visita, el presidente se reunió con responsables de la DGT, entre los que se encontraban el director general de Tráfico, Pere Navarro, y el general jefe de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, Rogelio Masegosa.

El presidente visitó el centro de gestión de tráfico de la DGT, donde le mostraron las cámaras de vigilancia (hay entre 300 y 400), fotos captadas por los radares, el control del carril Bus Vao, o los coches patrulla desde los que se realizan controles de alcoholemia y un radar móvil.

Rodríguez Zapatero pudo ver también imágenes de archivo de accidentes, así como el momento en el que un BMW era pillado "in fraganti" conduciendo a 160 kilómetros por hora en el área metropolitana de Madrid. El presidente dijo que esta imagen "no está nada mal".

Por su parte, el director general de Tráfico valoró esta visita como "una muestra del apoyo político" del Gobierno a la labor de la DGT, y la presencia del presidente como "un espaldarazo" para continuar con la lucha contra la siniestralidad en las carreteras.