Al clausurar la conferencia política de la que el PSOE extraerá propuestas para el programa electoral, el presidente aseguró que todos los compromisos serán evaluados presupuestariamente "con el máximo rigor".

El programa incluirá cuadros macroeconómicos para los cuatro años de la legislatura con la previsión de un crecimiento medio del 3% y la creación de 1,6 millones de puestos de trabajo.

Sin embargo, se mostró partidario de ser más "ambicioso" en los objetivos reales del Gobierno, y se comprometió por ello a llegar a los dos millones de puestos de trabajo creados, lo que situaría la tasa de paro en el 7%, la de actividad por encima del 70%, en el caso de las mujeres superior al 60%, y una reducción de la temporalidad hasta el 25%.

Existen razones para pensar que ese será el resultado real de la evolución de la economía, aseguró el presidente, aunque la prudencia obligue al Gobierno a formular previsiones oficiales "muy ajustadas".

Rodríguez Zapatero se comprometió además a reducir la siniestralidad laboral hasta los niveles medios de la Unión Europea, y cumplir sus promesas anteriores de situar el Salario Mínimo Interprofesional en 800 euros al final de la legislatura y extender el permiso de paternidad a treinta días.

RENOVACIÓN DE ACUERDOS

Para implementar todo ello, el presidente se comprometió a "renovar" el gran acuerdo con empresarios y sindicatos, como continuación de una legislatura que considera la de mayor paz social de la democracia.

En este contexto, al hablar de la extensión de derechos compatible con el crecimiento económico, lanzó también el compromiso de promover la construcción en diez años de un millón y medio de viviendas protegidas, el 40% de ellas en régimen de alquiler.

Anunció también la creación de un observatorio que facilite a los ciudadanos información sobre precios comparados de bienes y servicios, sobre la premisa de que la información es la base de la competencia del mercado.

En ese portal se podrá saber el precio de un producto en los distintos comercios o de un servicio en los distintos operadores, lo que reducirá el diferencial de inflación de España respecto a los demás países de la Unión Europea, ya que según los estudios el 60% de ese diferencial se debe a la escasez de competencia.

Otro de los objetivos del Gobierno para la próxima legislatura es reducir un 25% en cuatro años las cargas administrativas y avanzar en la simplificación fiscal, y en esa dirección se sitúa el reciente anuncio sobre el impuesto de patrimonio.

Con todo ello el Gobierno pretende alcanzar lo que considera "grandes objetivos de una política económica progresista": aumentar la renta per cápita y mejorar la distribución de la riqueza, sobre la base de que lo primero es condición imprescindible para lo segundo.

Para el aumento de la renta, el presidente señaló dos vías posibles: el crecimiento del empleo, que alcanzados determinados niveles ofrece ya posibilidades limitadas, y ganar en productividad, y ese es realmente, aseguró, el principal reto actual de la economía española.

"ARGUMENTOS SOBRADOS" PARA LA CONFIANZA

Si en 2004 había razones para confiar en la fortaleza de la economía española, dijo el presidente, hoy hay "argumentos sobrados" para que esa confianza sea aún mayor, gracias en parte a la gestión del Gobierno, porque la evolución positiva no estaba "predeterminada ni garantizada" ni mucho menos podía ser fruto sólo de la inercia.

Se puede afirmar, concluyó, que la que acaba ahora será "la mejor legislatura de la democracia para la economía y las políticas sociales" gracias al crecimiento elevado, su virtuosa composición, la mejor disponibilidad fiscal y el saneamiento de las cuentas y de la Seguridad Social.

En opinión del presidente, con esa realidad los discursos "catastrofistas y alarmistas" sólo se pueden sostener "desde la ignorancia, no quiero hablar de mala fe", o por parte de quienes no confían en la sociedad española.

Esa realidad permite afrontar el futuro "con claro optimismo" reconociendo, no obstante, la existencia de "alguna incertidumbre" que tiene causas lejanas pero efectos evidentes.

La tesis del Gobierno es que España está "en buenas condiciones" para afrontar las incertidumbres internacionales en parte gracias a la solvencia del sistema bancario y por la capacidad de "mirar al futuro más allá del primer montículo con el que nos encontremos".

Ese crecimiento, subrayó, ha sido compatible con la creación de tres millones de puestos de trabajo y la extensión de derechos sociales, con lo que se ha demostrado que esa combinación es "la mejor y más eficaz palanca de progerso colectivo y bienestar individual".

En el futuro, aseguró, se seguirá creando empleo, la inflación "tenderá a moderarse" en primavera, mejorará la capacidad adquisitiva de los salarios, se reducirá la deuda pública y se podrán afrontar reducciones fiscales "prudentes" para no poner en riesgo las políticas de bienestar y el valor de los impuestos en el sistema democrático.