La conversión del protocolo suscrito en 1997 en ley internacional de obligado cumplimiento fue celebrado hoy en Moncloa con un acto en el que participaron también expertos y representantes de organizaciones de defensa del medio ambiente.

Todas las intervenciones, también la del presidente, hicieron hincapié en que Kioto es sólo el primer paso de un largo camino a recorrer para intentar frenar el cambio climático, cuyas consecuencias se dejan sentir ya y que podrían ser catastróficas para la vida en el planeta.

Frente a quienes tachan de alarmistas o catastrofistas las advertencias de los científicos, Rodríguez Zapatero abogó por escucharlos y sentenció que "el diagnóstico está hecho y es muy concluyente".

Es necesario, añadió el presidente, actuar desde todos los frentes para frenar el deterioro "de esa nave en la que nos movemos juntos por el universo" y cuya preservación es, pues, una tarea conjunta.

Rodríguez Zapatero se mostró convencido de que el desarrollo sostenible es ya el único posible, y añadió que España "ha cumplido" con su compromiso de ratificar y aplicar el protocolo dentro de una Unión Europea que se coloca en la vanguardia de la defensa del medio ambiente.

Reconoció, sin embargo, que España parte de una situación "muy difícil", con emisiones de gases nocivos muy superiores a los marcados como objetivo. Por ello, alertó de que la responsabilidad debe extenderse "a todos los ámbitos", aunque el Gobierno será "el más exigente" consigo mismo.

Anunció, en este sentido, que antes de final de año se revisará el plan energético nacional, los planes de eficiencia energética, y los de fomento de las energías limpias y renovables.

El presidente de Greenpeace España, Juan López de Ugalde, alertó de que el cambio climático es el problema más grave al que se enfrenta la Humanidad, y criticó con dureza la actitud "egoísta" de dos grandes países industrializados que no han ratificado el protocolo, Estados Unidos y Australia.

Precisamente, Estados Unidos emite una cuarta parte del total de los gases de efecto invernadero que llegan a la atmósfera, según datos expuestos por el presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell.

Se mostró por ello partidario de reforzar desde la Unión Europea el diálogo con estas potencias para intentar que se adhieran a la defensa del entorno, marcada como prioridad por los países europeos y también por Rusia, recalcó.

José Manuel Moreno, catedrático de Ecología en la Universidad de Castilla-La Mancha, subrayó que hoy es un día de esperanza pero también que el horizonte está "repleto de sombras".

Ya hay datos, explicó, para concluir con un alto porcentaje de acierto que la ola de calor que mató a miles de ciudadanos en Europa, también en España, fue una muestra del cambio climático.

El el acto de Moncloa estaban presentes los ministros de Medio Ambiente y de Industria, y numerosos representantes de las empresas españolas, a las que el Gobierno ve sinceramente comprometidas con la necesidad de incluir la defensa del entorno en el modelo de desarrollo.