Estas lesiones podrían evitarse si los bañistas tuvieran en cuenta hábitos como sumergirse lentamente en el agua y con precaución cuando se trata de un paraje desconocido, según informó hoy en un comunicado la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla-La Mancha.

Durante el año pasado, el Hospital Nacional de Parapléjicos atendió nueve casos de pacientes que ingresaron tras una mala zambullida.

El perfil de los pacientes que sufren este tipo de lesiones es el de una persona joven (entre el 80 y el 90% de los lesionados medulares por zambullida tienen edades comprendidas entre los 15 y 25 años), en su mayoría varones (cuatro de cada cinco) y que presentan una luxación o fractura a nivel de las vértebras del cuello, lo que provoca una lesión alta o tetraplejia.

Los profesionales de los Servicios de Rehabilitación y Medicina Interna del Hospital Nacional de Parapléjicos recuerdan, un año más, que se podrían evitar estos accidentes siguiendo unas normas de sentido común y con una mayor concienciación de los peligros que suponen las zambullidas.

Según estos profesionales, es una imprudencia y una temeridad tirarse de cabeza en un paraje desconocido, en lugar de sumergirse lentamente y con precaución.

En el caso de que se produjera un accidente, y ante la necesidad de recogida de la víctima, es muy importante inmovilizar el cuello, evitar movimientos de la columna y avisar a un profesional para que realice el traslado y nunca efectuarla en un vehículo utilitario.