Según dijo a Servimedia, el hecho de que el traslado y concentración de la población refugidada esté prácticamente culminado no exime a la comunidad internacional de enviar cascos azules "aunque sólo sea para ubicar dígnamente a los que huyen y para hacerles llegar en condiciones medicinas y alimentos".

Rupérez indicó que en la actual situación España tendrá que enviar un número menor de soldados e los previstos en un principio por el Gobierno (entre 350 y 400), aunque insistió en que nuestro país deberá estar representado en el contingente internacional que se envíe a la zona.

Asimismo, lamentó el papel jugado por las antiguas potencias coloniales, que como Gran Bretaña, han contribuido a rearmar a los contrendientes de la guerra en este país centroafricano.