Díaz hizo estas declaraciones a la salida del Pleno del Congreso, donde reiteró: “No compartimos la decisión de fondo que ha tomado unilateralmente una parte del Gobierno”. Además, mantuvo que todavía “no” ha hablado sobre este giro con el presidente, Pedro Sánchez, a quien el pasado lunes emplazó a “una conversación pendiente” sobre este y otros temas.

En el equipo de la vicepresidenta sostienen, además, que el asunto se ha gestionado muy mal y que no se han medido bien las consecuencias, sobre todo por el hecho de que no preveían que Mohamed VI iba a divulgar la carta en la que Sánchez describía la propuesta de simple autonomía para el Sahara como “la base más seria, creíble y realista para la resolución” del conflicto.

También hoy, la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, tras una visita a un centro de atención a niños, niñas y adolescentes ucranianos, en Asturias, insistió en el rechazo del espacio confederal a este “giro” que considera “evidente” pese a que Albares lo relativizara.

“Si no hubiera habido un cambio de posición, Marruecos no habría cambiado tampoco la suya”, razonó, aludiendo a que Rabat devolvió a su embajadora en Madrid. “Creo que es evidente que se ha producido un giro que muy poca gente entiende y nosotros reafirmamos nuestro compromiso con el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui. Es el compromiso que tiene que mantener España también por su mayor responsabilidad en este conflicto”.