Fuentes del equipo de Díaz fijaron en algún momento entre esos dos meses el inicio del recorrido de la vicepresidenta por España para interlocutar con asociaciones, sectores profesionales y colectivos, que estaba previsto arrancar en enero pero se aplazó por la tumultuosa negociación de la reforma laboral y luego la más llevadera de la subida del Salario Mínimo Interprofesional.

Las fuentes consultadas precisaron que la ruta por el país ya tiene elegido el lugar donde se dará comienzo, con un acto de presentación expreso para ello, y que se irá desarrollando con eventos de todo tipo, de formato reducido o de gran asistencia e incluso conciertos. Sin entrar en detalles, avanzan que se tratará de una gira "versátil" y "ciudadana", lejos de los partidos políticos, de los que Díaz insiste repetidamente en distanciarse y de los que no se pide ni espera colaboración para su iniciativa, aunque es de esperar que los Comunes, por ejemplo, se lo den.

En el entorno de Díaz están convencidos de que la figura de la vicepresidenta no se ha visto menoscabada por la azarosa convalidación parlamentaria de la reforma laboral el pasado 3 de febrero, que creen que en todo caso penaliza a los partidos de izquierda que no la aprobaron, como ERC y EH Bildu.

De hecho, los cruces por recuerdo de voto del Barómetro del CIS que se publicó este martes, consultados por Servimedia, reflejan que, respecto al mes anterior, el número de electores de ERC que ahora votarían a Unidas Podemos ha pasado del 3,6% al 9,4%, y el de simpatizantes de EH Bildu, de prácticamente 0 al 5%.

El trabajo de campo del estudio se realizó entre el 1 y el 12 de febrero, por lo que recogió en caliente las reacciones de los encuestados a la polémica división de voto de los socios de investidura ante la reforma laboral. Aunque el muestreo de exvotantes de las dos formaciones independentistas sea escaso y no permita extraer lecciones concluyentes, fue similar en ambos meses y sugiere que Unidas Podemos ganó a sus rivales electorales catalán y vasco la batalla del relato de por qué se enfrentaron ante el decreto-ley del Ministerio de Trabajo.

El equipo de la vicepresidenta tampoco cree que le vaya a salpicar el mal resultado de Unidas Podemos en las elecciones de Castilla y León, en cuya campaña recalcan que Díaz apenas participó. Por todo ello, niegan que el retraso del arranque de su "proyecto de país" tenga que ver con ninguna de estas recientes convulsiones políticas, y lo atribuyen a la nutrida agenda que le espera también en el próximo mes, por su ámbito de competencia gubernamental pero no sólo por él.

AGENDA PARA MARZO

El primer acto significativo lo tendrá la ministra de Trabajo este miércoles 3 con los sindicatos en Sevilla, pero las fuentes consultadas apuntaron que le esperan otra serie de eventos con sus homólogos europeos. Además, desde el equipo de Díaz indicaron a Servimedia que se sopesa que asista el próximo miércoles 10 a la toma de posesión del nuevo presidente de Chile, Gabriel Boric, curiosamente un referente también para los partidos de Unidas Podemos a los que quiere trascender ella con su proyecto de país.

Debido a esta apretada agenda, el pistoletazo de salida al "proyecto de país", que Díaz insiste en que no tiene necesariamente que traducirse en candidatura electoral (una eventualidad respecto a la que recuerda, en todo caso, que en su etapa en la política gallega sustanció en "herramientas líquidas" como las 'mareas' y no en partidos al uso) , será posterior al que marque la nueva etapa del Partido Popular, casi con toda seguridad al mando de otro gallego como ella, el mencionado Núñez Feijóo.

El PP tiene previsto celebrar el 2 y 3 de abril el congreso extraordinario que convocará este martes su Junta Directiva Nacional para encumbrar a Feijóo, después del traumático proceso que de facto ha terminado con el liderazgo de Pablo Casado. La propia Díaz ha lamentado este episodio en que se ha visto envuelto el Partido Popular por contribuir a la desafección ciudadana respecto a sus dirigentes, una de las preocupaciones más verbalizadas por la vicepresidenta. De hecho, su proyecto de país pretende precisamente, según su equipo, "cerrar la brecha entre política y ciudadanía".

Yolanda Díaz ha reconocido en público y en privado que su paisano, al que conoce desde sus inicios en la política gallega, le parece un notable dirigente, pero pone en duda que se le pueda considerar "un moderado" más allá de sus "formas suaves" que a veces ha atribuido con sorna al clima atlántico del que también se ha nutrido ella. En este sentido, en su equipo subrayan que Feijóo fue el primer presidente autonómico que, ya en mayo o junio de 2011, presumió de trasladar fielmente la estabilidad presupuestaria que ordenaba la Unión Europea.

Por otra parte, en el círculo de la vicepresidenta se opina que el problema del PP "no es de liderazgos", sino de "proyectos", y consiste en buena parte en que ya "tiene a Vox dentro", de forma que alejarse de este partido le va a llevar mucho tiempo y es posible que ni los propios votantes populares dejen a su nuevo líder marcar distancias con él.

En este sentido, opinan que Feijóo no va a tener margen para, por ejemplo, desbloquear la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Pero, por otra parte, "si se mimetizan con Vox van a desaparecer", según advierten desde el equipo de Díaz a los populares ante la nueva etapa política, que tendrá la particularidad de que tanto Unidas Podemos como el PP estarán liderados por gallegos.