Díaz hizo este anuncio durante una comparecencia en la Comisión de Trabajo del Senado para exponer las claves de su Ministerio para esta legislatura, donde explicó que el objetivo seguirá siendo que el SMI se mantenga en el 60% del salario medio en España, tal y como recomienda la Carta Social Europea.

“En septiembre convocaremos a los agentes sociales para emprender esta subida. Lo vamos a hacer con diálogo social y también con la comisión de expertos. Todo lo que hacemos en el Ministerio de Trabajo lo hacemos acompañados de expertos y expertas, que son plurales”, declaró.

En este sentido, avanzó que se va a “convertir” esta comisión en “permanente” para “ampliar el mandato al análisis de los efectos del SMI”. Así, indicó que se va a pedir que estos especialistas estudien los efectos positivos y “negativos, si los hubiera”, de las revalorizaciones del SMI, “después de tanto debate sobre esta realidad y también de los salarios bajos”.

“Las políticas de devaluación salarial son fallidas”, declaró Díaz antes de estos anuncios, quien citó como ejemplo la reforma laboral aprobada en 2012 por el PP. En cambio, señaló que la subida del 54% del salario mínimo interprofesional (SMI) ha dado buenos resultados. “Muchos empresarios saben que esta política funciona. No voy a dar nombres, lógicamente”, enfatizó la titular de Trabajo que, eso sí, reconoció que “queda mucho por hacer”, por lo que “la estrategia” de su Ministerio es “seguir subiendo” el SMI, “haya acuerdo o no”, aunque “es importante” que “los agentes sociales estén en ello”.

Al respecto, resaltó que en España la mediana salarial es de 1.545 euros, una cifra con la que advirtió de que “no se puede vivir con dignidad” en muchos lugares del país. Por ello, insistió en que “vamos a seguir en esta línea”, porque es “bueno” para la economía y porque “es un deber moral”.

La vicepresidenta segunda ahondó en esta cuestión y criticó a quienes alertaban de que las “subidas tan estrepitosas del SMI iban a destruir empleo”, lo que no ha ocurrido y se han seguido creando puestos de trabajo a la cabeza de la UE. También defendió que las subidas salariales, especialmente del SMI, contribuyen a la reducción de la brecha retributiva de género, aunque el objetivo es la plena igualdad.