“Siria sigue siendo el país con el mayor número de desplazados internos, con 6,7 millones, a lo que hay que sumar 6,8 millones de personas que han huido del país y ahora son refugiados”, señaló la organización. "No hay que olvidarse de ellos cuando surgen nuevas crisis", pidió el director de respuesta de World Vision Siria, Johan Mooij.

Indicó que, de hecho, “las necesidades humanitarias en Siria han aumentado un 29% desde 2020 como resultado del conflicto en curso, el desplazamiento y los impactos socioeconómicos de la crisis covid-19”.

Asimismo, destacó que Líbano, un país que acoge a 1,5 millones de refugiados, experimenta una crisis económica y ahora el conflicto de Ucrania puede tener un impacto adicional, ya que depende de Ucrania para importar el 90% del trigo que consume.

"Existe un claro riesgo de que el hambre aumente entre los más vulnerables en el Líbano, incluidos los refugiados sirios”, alertó Mooij. Asimismo, reiteró que "Siria es uno de los lugares más peligrosos del mundo para ser un niño".  Se calcula que 55.000 han muerto desde que comenzó la guerra hace once años, apuntó, y casi 650 sólo el año pasado.