Un estudio realizado por World Vision en Rumanía, país que recibe un gran número de refugiados ucranianos, ha confirmado la creciente incidencia del tráfico de personas en el país.

Realizada entre 200 niñas rumanas de entre 14 y 19 años de edad, la investigación reveló que el 97% de las encuestadas habían oído hablar de casos de trata de personas y que más de la mitad (53%) pensaban que las mujeres eran las que corrían más riesgo.

Cuando se les preguntó cómo describirían la trata de personas en Rumanía, el 72% dijo que la trata se ejercía a través de la prostitución; el 67% apuntó al secuestro; el 65%, a la compra o venta; el 34% señaló el trabajo forzoso; y el 30%, a la mendicidad forzada.

Ya antes de este conflicto, muchas zonas de Europa del Este presentaban un alto riesgo para las mujeres vulnerables de ser víctimas de trata de personas. Sin embargo, esta guerra provoca que muchas más mujeres se vean en peligro.

"El desplazamiento, la caída repentina en la pobreza extrema, la viudez, la pérdida o la separación de los miembros de la familia y muchas otras situaciones están creando un número incontable de mujeres vulnerables, que crece cada hora”, destacó World Vision.