"¿A qué están jugando?”, se preguntó Vox en sus redes sociales, tras confirmar ayer, martes, el vicepresidente primero y portavoz de la Mesa de la Cámara Alta, Javier Maroto, que PNV, Junts y la Izquierda Confederal (Sumar) podrán contar con un grupo propio en el Senado, después de que el informe encargado a los letrados así lo avalara.

En este sentido, los de Santiago Abascal reprocharon al partido de Alberto Núñez Feijóo que primero fue que el vicesecretario de Asuntos Institucionales del PP, Esteban González Pons, aceptara al partido del expresidente catalán Carles Puigdemont, Junts, “como interlocutor válido”, y “ahora esto”.

Ante esta situación, Vox garantizó que hará "todo lo posible" para impedir este "fraude a los electores". De hecho, el día siguiente a la constitución de los Grupos Parlamentarios en el Congreso, Vox registró un escrito dirigido a la Mesa de esta Cámara para pedir la nulidad de los grupos de Junts y ERC por “suponer un fraude”.