Así lo refleja el citado Barómetro, que preguntó a 3.860 ciudadanos entre el 1 y el 12 de diciembre, cuando la convalidación del decreto se aprobó en el Congreso de los Diputados el día 3, y que reconoce un margen de error del +/- 1,6%, si bien el escaso número de encuestados que dijeron haber votado a ERC o EH Bildu en las últimas elecciones, tanto en el estudio de enero como el de febrero, obliga a relativizar las comparaciones.

En cualquier caso, el porcentaje de votantes de ERC que afirmaban que en unas nuevas elecciones generales se decantarían por Unidas Podemos era en enero de apenas un 3,6%, mientras que en el Barómetro de febrero pasó a ser del 9,4%. De hecho, la estimación de voto de la formación republicana ha caído en este mes un total de seis décimas, del 3% al 2,4% de los sufragios en el total de España, lo que porcentualmente supone una disminución del 20%, mientras que Unidas Podemos ha ganado medio punto, del 13,1% al 13,6%.

Por lo que respecta a EH Bildu, aunque su estimación de voto según el CIS ha subido del 0,9% al 1,1%, también ha cedido votantes a Unidas Podemos después de haber votado en contra de la reforma laboral. En enero esa cesión era imperceptible o nula, mientras que en febrero ya es del 5%.

El Ministerio de Trabajo de Díaz y Unidas Podemos fueron muy críticos con estos dos partidos, y en particular con Esquerra Republicana, por interpretar que habían votado en contra de la reforma laboral para perjudicar a la ministra y vicepresidenta segunda cuando estaba a punto de lanzar su proyecto de país, debido a la alta consideración que tiene entre sus propios votantes.