Según explicó el director de Márketing de la Unidad de Negocio de Empresas de la compañía, Javier Foncillas, el objetivo de Vodafone es "movilizar" las ventajas que tienen las centralitas de telefonía fija de las oficinas.

En este sentido, apuntó que, en la actualidad, los autónomos y las pequeñas empresas siguen utilizando los teléfonos fijos porque consideran que es más barato, porque es más fácil gestionar las llamadas y por una cierta tradición sobre la necesidad de tener un número fijo para los clientes. "Nadie llamaría a un restaurante cuyo número de teléfono fuera un móvil, al igual que nadie utilizaría un banco que estuviera en una 'roulot", aseguró.

La oferta de Vodafone incluye tres apartados: una tarifa plana para la comunicación entre los empleados, otra tarifa que incluye todas las llamadas nacionales por 10 euros al mes, y la "zona oficina", que reenvía automáticamente todas las llamadas del número fijo al teléfono móvil y ofrece las posibilidades habituales de las centralitas.

Estos tres productos se pueden contratar de forma conjunta por 35 euros al mes o por separado. En estos casos, las llamadas entre empleados, opción que ya ofrecía la operadora, tienen un coste de cinco euros mensuales, las llamadas nacionales de 10 euros al mes, y la opción "zona oficina", que también incluye la tarifa plana nacional, de 30 euros mensuales.

Entre las funcionalidades de la centralita, Vodafone ofrece la posibilidad de marcación por extensiones para contactar con los empleados, la multiconferencia con hasta cinco interlocutores, una herramienta de ordenador para la gestión de las llamadas y las terminales, y un catálogo de accesorios y teléfonos especialmente diseñados para la centralita.

Asimismo, permite a la empresa mantener su número de teléfono fijo, aunque la terminal utilizada para recibir las llamadas pase a ser el móvil.