Galarraga detalló el desarrollo de los hechos en el juicio que la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional celebró hoy contra al etarra Urtzi Murueta, que está acusado de ser autor por cooperación necesaria del asesinato del juez.

La Fiscalía pide para el etarra 30 años de prisión por un delito de asesinato terrorista, al considerar que Murueta fue quien encargó al también miembro de ETA Orkatz Gallastegi, ya condenado por estos hechos, recabar la información que permitió el asesinato del magistrado.

En su declaración como testigo ante el tribunal, la viuda del magistrado explicó que Lidón salía todas la mañanas de su casa a la misma hora, sobre las 7.15 horas, junto a ella y el hijo de ambos, Iñigo, al que llevaban hasta la Universidad de Deusto, donde estudiaba.

Galarraga señaló que, en la mañana del 7 de noviembre de 2001, cuando se disponían a salir en coche del garaje, "un individuo entró y se acercó a la ventanilla".

Iñigo Lidón, el hijo del juez, relató en el juicio que ese día, como tenía examen, decidió coger otro coche e ir por su cuenta a la universidad.

Al abandonar el garaje de la vivienda, Iñigo casi atropella a un individuo que se le echó encima del coche. Acto seguido, vio cómo otra persona, que llevaba una pistola en la mano, pasaba al lado de su vehiculo hacia el interior del aparcamiento.

TIROTEO EN EL GARAGE

"Miré por el retrovisor y vi como estaban disparando al coche de mi padre", dijo el hijo del magistrado.

La mujer del juez explicó que el individuo que se había acercado a la ventanilla en donde se encontraba Lidón empezó a disparar, a la vez que otra persona hacía lo mismo escondido detrás de una columna.

"Me quede atónita y empece a gritar", explicó Galarraga, y añadió que en ese momento el segundo individuo le apuntó con la pistola, ante lo cual se quedó quieta y pensó "que sea lo que dios quiera".

Tras el tiroteo, el hijo de la pareja salió corriendo de su coche en dirección al vehículo en el que se encontraban sus padres, momento en el que los pistoleros echaron a correr.

El hijo y la mujer del magistrado se abrazaron y Galarraga pudo ver cómo, antes de saltar una pequeña tapia para huir, uno de los terroristas se les quedó mirando "desconcertado". El juez Lidón murió prácticamente en el acto.

La autoría del asesinato del magistrado no ha podido ser establecida judicialmente debido a que los terroristas que supuestamente cometieron el crimen, Hadei Galarraga y Egoitz Gurentxaga, murieron el 23 de septiembre de 2002 cuando les explotó el artefacto que manipulaban en el interior de un coche en Bilbao.

LABORES DE INFORMACIÓN

Según la fiscal encargada del caso, Blanca Rodríguez, Gallastegi, siguiendo instrucciones de Murueta, estuvo dos semanas realizando un seguimiento al juez, labor que llevó a cabo en días alternos para reducir el riesgo de ser descubierto.

Gallastegi obtuvo información sobre el horario habitual en el que el juez salía de su domicilio, vehículo en el que se desplazaba, itinerario que seguía hasta su trabajo y medidas de seguridad con que contaba, y se la trasladó a Murueta a través de dos zulos escondidos en un monte.

Murueta hizo llegar estas informaciones a los miembros del "comando Vizcaya" de ETA Hadei Galarraga y Egoitz Gurentxaga, quienes presuntamente asesinaron a Lidón el 7 de noviembre de 2001.

Además de los 30 años de prisión, la Fiscalía solicita que el acusado indemnice a los herederos de Lidón con un millón de euros por su fallecimiento y con 5.963 euros por los daños provocados en el vehículo.

El juicio continuará mañana viernes, a partir de las 10.00 horas, con la declaración de los peritos y las conclusiones definitivas de la Fiscalía y la defensa.